El Hospital Infanta Elena, reconocido en el Índice de Humanización de Hospitales Infantiles

Gracias al proyecto de humanización en Obstetricia y Pediatría.

El Servicio de Obstetricia creó un “bunker paritorio” especialmente decorado que ha permitido a las gestantes dar a luz en un espacio protegido (Foto. HUIE)
El Servicio de Obstetricia creó un “bunker paritorio” especialmente decorado que ha permitido a las gestantes dar a luz en un espacio protegido (Foto. HUIE)
CS
3 diciembre 2020 | 16:40 h

El proyecto de humanización en Pediatría llevado a cabo por el Hospital Universitario Infanta Elena desde el inicio de la pandemia generada por el Covid-19, que ha incluido la implementación de circuitos diferenciados para pacientes pediátricos afectados y no afectados por el coronavirus y la intensificación de su estrategia de servicios no presenciales para poder ofrecer la mejor atención sanitaria a todos sus pacientes en un contexto protegido ha sido reconocido como Buena Práctica en el Índice de Humanización de Hospitales Infantiles (IHHI) de la Fundación Atresmedia, cuyos resultados se han dado a conocer hace unos días.

El IHHI es una herramienta de autoevaluación que permite a los hospitales medir cuantitativa y cualitativamente el grado de humanización de sus áreas de atención pediátrica ​

Esta herramienta de autoevaluación que mide el grado de humanización de la asistencia hospitalaria con los pacientes pediátricos ha premiado así, entre los 120 centros hospitalarios de toda España que han participado en su segunda edición, la labor desarrollada por el hospital de Valdemoro, que se adaptó desde el inicio de la pandemia para ponerse el servicio de sus pacientes en cumplimiento de sus tres ejes estratégicos: la prevención en salud y la búsqueda de la máxima calidad asistencial; la optimización de la experiencia del paciente y el trato humanizado ofrecido; y la gestión responsable y eficiente de los recursos sanitarios.

Y es que, como recuerda el Dr. Enrique de la Orden, jefe del Servicio de Pediatría del Hospital Universitario Infanta Elena, integrado en la red sanitaria pública madrileño, “tras el inicio de la pandemia, el hospital tuvo que adaptarse a la nueva situación de forma continuada, dados los escenarios tan cambiantes, para garantizar el derecho de accesibilidad a la asistencia en condiciones de igualdad, sin pérdida de la humanización en los cuidados”.

ADAPTACIONES EFICACES Y SEGURAS

Así, promovido por los doctores Juan Miguel Rodríguez Candia, jefe del Servicio de Obstetricia y Ginecología del hospital, y Montserrat González, jefa de sección del mismo servicio, éste mantuvo su actividad creando y decorando en tiempo récord un “búnker paritorio” que, gracias también al trabajo e implicación del equipo de matronas, facilitó tanto la estancia conjunta de madre, pareja e hijo como la lactancia materna, desde el ingreso hasta el alta, sin tener contacto con el resto de los circuitos del centro, y evitando así posibles contagios.

Por su parte, gracias al jefe de la Unidad de Neonatología, el Dr. Weimar García, ésta también se mantuvo abierta y se configuró un programa de alta precoz para aquellas madres y recién nacidos clínicamente recuperados y que voluntariamente lo aceptaban, con disponibilidad de una consulta presencial para ambos a las 24 horas del alta.

En cuanto al Servicio de Pediatría, tal y como explica su responsable, se reorganizaron y reubicaron sus consultas cerca de la entrada del hospital para permitir el movimiento de los niños sin interferir en el necesario distanciamiento social, y adaptaron sus agendas a fin de aumentar los tiempos de consulta.

Adicionalmente, se potenciaron los servicios no presenciales gracias a la infraestructura digital previamente consolidada por el hospital mediante el uso del Portal del Paciente (aplicación propia desarrollada para promover la autogestión de la salud de los pacientes y la comunicación bidireccional con el hospital) tutelado, con videollamadas, diálogo web, consultas no presenciales y consultas telefónicas, ayudando así a responder a la necesidad de continuar el seguimiento de los pacientes, evitando su desplazamiento innecesario en algunos casos y facilitándolo en condiciones de seguridad en otros.

En este sentido, también se mantuvo un contacto permanente con los pediatras de Atención Primaria mediante el uso de e-consultas y correos electrónicos, tanto para ayudar en la resolución de pacientes procedentes del primer nivel asistencial como para agilizar la derivación urgente de pacientes no demorables, incide el Dr. De la Orden.

Por último, en las Urgencias Pediátricas del hospital, que permanecieron siempre abiertas, se establecieron circuitos Covid y no Covid señalizados e identificados respectivamente con imágenes de los personajes Mario y Luigi, adaptándose los puestos de observación para favorecer el distanciamiento social y señalizándose las bancadas de espera. Medidas que también se implementaron en el Hospital de Día Pediátrico y la Hospitalización Pediátrica.

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