Profesionales del servicio de Cardiología del Hospital Gregorio Marañón, dirigido por Francisco Fernández-Avilés, han llevado a cabo, por primera vez en España, un doble implante valvular con catéter para el tratamiento de prótesis valvulares degeneradas.
La operación ha consistido en sustituir al paciente la válvula mitral y la válvula aorta mediante el cateterismo, un procedimiento mínimamente invasivo que consiste en introducir unos tubos muy finos llamados catéteres en los vasos sanguíneos, en este caso fueron introducidos por la vena y arteria femoral a la altura de la ingle, para hacerlos llegar hasta el corazón.
El paciente ya se había sometido a una sustitución de válvulas mediante una cirugía a corazón abierto
Cabe destacar que el paciente en el que se realizó al intervención ya se había sometido años antes a una sustitución de las válvulas mitral y aórtica mediante una cirugía a corazón abierto. Recibió dos prótesis biológicas que, pasados los años, se encontraban gravemente degeneradas y necesitaban ser cambiadas. Para evitar una segunda operación de riesgo, los profesionales del Gregorio Marañón planearon un recambio mediante procedimiento percutáneo, es decir, con el uso exclusivo del catéter.
Esta intervención, pionera en España, ha evitado una cirugía convencional, que requiere mucho más tiempo de recuperación, es más complicada y conlleva más riesgos. Asimismo, ha dado una asistencia innovadora, según las indicaciones de las agencias de medicamentos y productos sanitarios FDA y EMA , a un paciente en situación grave, ya que presentaba sangrado bronquial y requería una intervención rápida.
Con el éxito de este procedimiento se ha evitado la circulación extracorpórea
La operación la han llevado a cabo tres cardiólogos del centro madrileño, Francisco Fernández-Avilés, Jaime Elízaga y Enrique Gutiérrez, con la asistencia de las técnicas de imagen a cargo de Javier Bermejo. La intervención ha durado tres horas, mucho menos que las cirugías convencionales.
El resultado de este doble implante valvular con catéter en España ha sido todo un éxito ya que el paciente no ha presentado sangrado, no ha precisado la apertura del tórax ni circulación extracorpórea y ha tenido una excelente evolución clínica. A las pocas horas, pudo ser extubado, experimentando progresivamente una notable recuperación.