El Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz ha llevado a cabo la primera edición de 2023 de su taller “Cómo reducir peso para ganar salud". A través de este taller, se pretende informar sobre el origen, las causas y las consecuencias de la obesidad, así como de las formas más sostenibles para combatirla, a personas con problemas de salud (la mayoría con patología cardiovascular) en las que el exceso de grasa puede empeorar su pronóstico e incluso aumentar el riesgo de mortalidad.
El Dr. Óscar Gómez, director de Continuidad Asistencial de esta red hospitalaria, ha explicado que "esta iniciativa forma parte de nuestra estrategia de prevención y promoción de la salud, uno de los tres ejes estratégicos, junto a la optimización de la experiencia de paciente y la gestión eficiente y responsable de los recursos, de los Hospitales de Quirónsalud integrados en la red pública madrileña (Sermas)".
Para ello, cada trimestre uno de los cuatro centros asume la organización de un taller, como es el caso, en esta ocasión, de la Fundación Jiménez Díaz, pero que "se abre a la población de cualquiera de los hospitales de este grupo combinando su celebración presencial con la posibilidad de seguirlo on line”.
De acuerdo con la Dra. Clotilde Vázquez, jefa del Departamento de Endocrinología y Nutrición del hospital madrileño, “es fundamental ofrecer información útil a las personas de riesgo para mejorar hábitos de vida y perder peso, y concienciar sobre la importancia de la alimentación adaptada a cada situación, pero nutricionalmente suficiente, para disminuir la cantidad de grasa acumulada y las consecuencias de ese acúmulo excesivo”.
"Esta iniciativa forma parte de nuestra estrategia de prevención y promoción de la salud, uno de los tres ejes estratégicos, junto a la optimización de la experiencia de paciente y la gestión eficiente y responsable de los recursos"
Asimismo, con este taller se ha pretendido “promover la decisiva importancia de la actividad física adaptada para mejorar el pronóstico vital, ayudar a desterrar ideas preconcebidas, mitos e informaciones sesgadas a propósito de la pérdida de peso, y motivar para comenzar cambios saludables respecto a ejercicio y alimentación”.
Con el fin de ayudar en ese objetivo, y según ha explicado la especialista, desde la Fundación Jiménez Díaz “se ofrece un sistema pionero y único en España para, con ayuda de la tecnología, poder realizar un diagnóstico personalizado de cada persona con obesidad, sus enfermedades asociadas, riesgos vitales, causas desencadenantes y mantenedoras”.
“Consideramos que la visión simplista del problema no hace sino agravar muchas veces la obesidad, y resulta en ineficacia y frustración. Por el contrario, en nuestro hospital ofrecemos un planteamiento terapéutico que incluye el aprendizaje de los cambios en el estilo de vida personalizado, los fármacos adecuados y, en algunos casos, también la cirugía”.
Por su parte, Ana Prieto, nutricionista del Departamento de Endocrinología y Nutrición de la Fundación Jiménez Díaz, explica que la primera dificultad a la que se enfrentan las personas con riesgo cardiovascular, cuando deben reducir peso, es tener que modificar su estilo de vida. Por ello, aconseja realizar pequeñas mejoras que puedan mantenerse siempre, ayudando, poco a poco, a transformar el estilo de vida por completo.
Además, otra de las barreras que deben afrontar algunos pacientes, de acuerdo con Prieto, es “la resistencia a la insulina u otras patologías que dificultan la pérdida de peso”. Por ese motivo, resulta imprescindible hacer hincapié en la reducción de grasa y en mejorar el bienestar, sin centrar el foco únicamente en la pérdida de peso.
Entre los servicios que proporciona la Fundación Jiménez Díaz a sus pacientes existen talleres grupales que fomentan la interacción entre sus miembros, y que facilitan herramientas y materiales de apoyo para mejorar sus estilos de vida. Los programas constan de cuatro talleres. En el primero se trabaja la alimentación, mostrando “el método por intercambios, que enseña, mediante formas caseras y un plan flexible, a comer de forma equilibrada y variada, sin restricciones, y logrando compatibilizar una alimentación saludable con la pérdida de peso”.
Por otro lado, en la segunda sesión se trabaja la importancia de la actividad física, considerando las limitaciones y preferencias de cada paciente; además, se les motiva para que sean más activos, proporcionando ideas reales de cómo conseguirlo, aunque en el presente resulte complicado. El siguiente taller focaliza la atención en las emociones, trabajando las barreras que pueden presentarse durante el proceso, así como la motivación y la relación con la comida. Finalmente, en el cuarto taller “se aprende a mirar el etiquetado de los alimentos, a mejorar la compra y saber compaginar las comidas fuera de casa con un estilo de vida saludable”, apostilla la nutricionista.