Extirpado con éxito un tumor cerebral con la nueva resonancia magnética de la Fundación Jiménez Díaz

Este equipamiento permite una mayor capacidad de extirpación total de los tumores y reduce secuelas en áreas no afectadas, recaídas y necesidad de cirugías secundarias

Momento de realización de la resonancia magnética intraoperatoria tras la primera fase de la intervención
Momento de realización de la resonancia magnética intraoperatoria tras la primera fase de la intervención
CS
6 marzo 2019 | 12:45 h

Un equipo de profesionales de los servicios de Neurocirugía, Radiología y Anestesiología de la Fundación Jiménez Díaz ha realizado con éxito la primera intervención con su nueva resonancia magnética de alto campo intraoperatoria, la única de estas características de la sanidad pública española, para operar un tumor cerebral recidivado en un paciente que fue dado de alta tres días después de la operación sin rastro del tumor resecado.

Concretamente, se trataba de un varón con un glioma de bajo grado en el lóbulo frontal previamente operado y que, ante la reproducción del tumor, debía volver a ser intervenido. Contar en estos casos con la tecnología de imagen más avanzada del panorama sanitario, que permite actualizar en tiempo real lo que está sucediendo en el campo quirúrgico, como un quirófano comunicado con resonancia magnética intraoperatoria, puede marcar una diferencia vital en términos de resultado y perspectiva para el paciente.

Tal y como explica el doctor Julio Albisua, jefe del Servicio de Neurocirugía del hospital madrileño, la resonancia magnética resulta fundamental para esta especialidad, al ser la base sobre la que se planifica una intervención: sobre ella se definen los límites de la extirpación del tumor y con ella se realiza incluso el control postoperatorio, por lo que “disponer de esta información en tiempo real, durante la operación, supone una mejora crucial”.

La tecnología de imagen que permite actualizar en tiempo real lo que está sucediendo en la operación, puede marcar la diferencia en los resultados

Actualizar durante la intervención la resonancia realizada antes de esta “mejora mucho nuestra capacidad de eliminar completamente la neoplasia, así como de acercarnos todo lo necesario a las áreas afectadas, optimizando los resultados para el paciente, pero respetando al máximo los límites, sin dañar otras que puedan dejar secuelas en el enfermo”. A corto y medio plazo, este abordaje reduce complicaciones postoperatorias, efectos secundarios y, por supuesto, reintervenciones.

Ese fue el caso del paciente recientemente intervenido en la Fundación Jiménez Díaz al que, según detalla el neurocirujano, “tras una primera fase de la operación, en la que se abordó la extirpación del tumor, se le realizó una resonancia intraoperatoria que localizó un pequeño resto de glioma, sólo detectable con este tipo de prueba, y que pudo, por tanto, terminar de extirparse en el mismo quirófano, evitando así una posterior reintervención”.

“Una segunda resonancia realizada al paciente 24 horas después de la operación confirmó la ausencia total de tumor, por lo que pudo ser dado de alta con la seguridad de haberle aplicado el mejor tratamiento disponible”, añadió el jefe del Servicio de Neurocirugía de la Fundación Jiménez Díaz.

La resonancia magnética intraoperatoria forma parte del nuevo bloque quirúrgico de la Fundación Jiménez Díaz, inaugurado hace unos meses y que, fiel a su compromiso de poner la tecnología de última generación al servicio de la salud de sus pacientes, integra también dos quirófanos híbridos y cuatro quirófanos polivalentes, tres de ellos dedicados prioritariamente a intervenciones de Traumatología y uno a las urológicas.

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