El Instituto de Salud de la Mujer del Hospital Clínico San Carlos tiene implantada la versión cefálica externa desde hace once años cuyo objetivo principal es reducir el número de cesáreas por presentación de nalgas. Al ser un proceso doloroso, que suponía la principal razón por la que las pacientes rechazan el procedimiento, desde el año 2013, los especialistas del Clínico emplean anestesia regional, con lo que han mejorado la experiencia de la paciente y la aceptabilidad del procedimiento.
El Hospital Clínico atiende una media de 1850 partos anuales, de los que entorno a 450 se realizan por cesárea. Una cuarta parte de estas cesáreas se programan porque el feto está en posición de nalgas, y su expulsivo no se puede llevar a cabo por vía vaginal. La versión cefálica externa es una técnica segura y sencilla que permite cambiar al feto a posición cefálica, que es la mejor para el parto, aumentado las probabilidades de parto vaginal y disminuyendo así las tasas de cesáreas.
Un equipo multidisciplinar con amplia experiencia se encarga de llevar a cabo el procedimiento
Para llevar a cabo este procedimiento, este hospital público madrileño cuenta con un equipo formado y con amplia experiencia, compuesto por obstetras, ecografistas, anestesistas y matronas, que realizan una media de 50 versiones anuales en la semana 37 de gestación, con una tasa de éxito del 63%, superior a la media de otros centros, y de ellos, más del 75 % finalizan con un parto por vía vaginal. Esto les ha convertido en un referente docente y formador en la Comunidad de Madrid y en el resto de España.
TÉCNICA SEGURA Y SENCILLA
Antes de llevar a cabo la versión es necesario realizar una ecografía obstétrica para confirmar la presentación fetal, cantidad de líquido amniótico y localización de la placenta. Se realiza un primer intento sin analgesia en ecografía, en presencia del equipo médico, y en caso de fracaso de la técnica se procede a realizar el procedimiento en quirófano con analgesia epidural y relajación uterina.
Para realizar esta técnica, se aplica gel sobre el abdomen de la paciente para facilitar el desplazamiento de las manos del obstetra. Este delimita la situación de ambos polos fetales y su grado de encajamiento, y se procura la liberación de la nalga fetal de la pelvis de la madre. Como máximo se realizan 3 intentos, siendo los movimientos suaves pero firmes.
Como máximo se realizan 3 intentos, siendo los movimientos suaves pero firmes
La duración de estas maniobras es corta (menos de 10 minutos), y durante su realización se vigila el bienestar del feto con ecografía y monitorización de su frecuencia cardiaca. Si la versión ha tenido éxito, la paciente recibe el alta a domicilio y continúa el control del embarazo de manera normal, en espera del inicio espontáneo del parto.
Este procedimiento cuenta con el aval de las principales Sociedades científicas de Obstetricia y Ginecología y la Organización Mundial de la Salud y existen pocos casos en los que está contraindicada, con lo que una gran mayoría de embarazadas se pueden beneficiar de este procedimiento, que cada vez se está realizando en más centros, que va encaminado a orientar la práctica clínica para aumentar el número de partos vaginales frente a las cesáreas y en el que es fundamental la experiencia del centro.