Una persona ha sido detenida por la Policía Nacional tras usurpar las credenciales de un profesional sanitario para ejercer como médico utilizando un sello con número de colegiado de otro facultativo, lo que le permitía prescribir recetas y pruebas médicas.
Así lo ha dado a conocer la Jefatura Superior de la Policía de Madrid que inició la investigación a principios del mes de abril tras recibir una denuncia de un profesional médico. El denunciante, que había visto cómo se habían usurpado sus credenciales médicas, había trabajado en una clínica de la capital como especialista en el área digestiva hasta el pasado mes de julio, y tras ese dejar el centro sanitario otra persona atendía sus consultas en la misma clínica haciéndose pasar por él.
Los investigadores comprobaron que en la página web de la clínica así como en la propia consulta todavía constaban los datos del denunciante, pero el varón que atendía a los pacientes no era él. También registraron que los pacientes obtenían en las consultas recetas y pruebas médicas prescritas con el número de colegiado del denunciante.
Tanto en la página web de la clínica, como en el propio centro aparecían los datos del denunciante pese a que ya no pasaba consulta allí
Tras comprobar los datos del suplantador vieron que éste carecía de los títulos para el ejercicio de la profesión médica en nuestro país. El pasado 22 de abril la Policía Nacional procedió a su detención como presunto responsable de los delitos de usurpación de estado civil, falsedad documental e intrusismo profesional quedando a disposición judicial. Durante el arresto fueron intervenidos los sellos médicos así como el cuadro de recetas y volantes para la realización de pruebas con el sello del denunciante.
En la investigación se comprobó que el individuo había sido contratado por una empresa encargada de proveer a centros médicos de especialistas en el área digestiva. Esta empresa facturaba un porcentaje del importe abonado por las aseguradoras tanto por las consultas como por las pruebas médicas.
Dado que el denunciante no había estado trabajando desde el pasado mes de julio se tomó declaración al responsable de la empresa intermediaria como presunto cooperador necesario en los delitos de falsedad documental e intrusismo profesional, ya que desde la fecha citada se había facturado más de 1.000 citas a más de 700 pacientes.