La situación de malestar de los médicos de Atención Primaria (especialistas en Medicina Familiar y Comunitaria y especialistas en Pediatría) que ha conducido a la huelga obedece, a juicio del Comité Permanente de Asistencia Sanitaria del Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid (ICOMEM), "a causas generales del conjunto del Sistema Nacional de Salud, así como específicas de la propia Comunidad de Madrid".
"Existe la necesidad de hacer una profunda reflexión no sólo sobre la atención primaria sino sobre la estructura, organización y funcionamiento del Sistema Nacional de Salud, pues los problemas de la Atención Primaria en las distintas comunidades autónomas están enraizados en los estructurales del sistema sanitario público", precisan, agregando que en esta reflexión "quiere y debe" participar el Colegio de Médicos de Madrid.
En este sentido, expresan que además de los problemas generales de la sanidad pública en el conjunto de España, "la Atención Primaria de la Comunidad de Madrid tiene problemas específicos que deben ser abordados por la Administración sanitaria y por la profesión médica".
"La Atención Primaria de la Comunidad de Madrid tiene problemas específicos que deben ser abordados por la Administración sanitaria y por la profesión médica"
A su juicio, exponen, es preciso "renovar la confianza de los médicos en el Gobierno de la Comunidad de Madrid y, para ello, se deberían honrar los acuerdos alcanzados en años anteriores, así como que la administración madrileña cuente con la profesión médica en el proceso de toma de decisiones para elaborar sus políticas sanitarias".
En paralelo. añaden, "la Comunidad de Madrid es la más rica de España y, a la vez, una de las que menos gasto sanitario público por habitante tiene. Además, desde hace varios años, Madrid es la comunidad que menor porcentaje del gasto sanitario público destina a atención primaria (1/3 inferior a la media de España)". "Esta situación es contrapuesta a la experiencia de que las sociedades más ricas tienden a dedicar un porcentaje más alto de sus recursos al bienestar social. Es por ello preciso que la región elabore un plan financiero para incrementar el gasto sanitario público y, de forma específica y a corto plazo, el destinado a Atención Primaria".
Asimismo, el incremento del gasto sanitario es "una condición necesaria, pero no suficiente, para mejorar la Atención Primaria y el resto de la sanidad madrileña, pues para ello el incremento de gasto debería dedicarse a aquellas acciones que puedan añadir más valor a la salud y calidad de vida de los ciudadanos madrileños y eliminar aquellas que, por el contrario, no lo hacen.
Advierten que "no es posible prestar una adecuada atención sin que exista un tiempo suficiente para atender a los pacientes. Las demandas de garantizar un tiempo suficiente por consulta de asistencia sanitaria y de un número de pacientes por consulta y día están fundamentadas en la primacía del bienestar del paciente. Para alcanzar el objetivo de dedicar un tiempo adecuado a los pacientes, además de incrementar recursos, se deben valorar otras acciones que reduzcan la carga de los médicos de atención primaria, para poder dedicar su tiempo a la atención directa a los pacientes por los problemas de salud que requieran la atención médica", declaran.
Junto a ello, apuestan por "un incremento necesario de recursos es preciso para dotar las plantillas de médicos de atención primaria que actualmente están sin cubrir (aproximadamente el 20% - 25% de la plantilla). Para dotar estas plantillas, así como para mejorar la experiencia de los médicos de Atención Primaria, es preciso que la Administración madrileña desarrolle una política de retención y captación de talento, mejorando las condiciones profesionales y laborales de los médicos madrileños de atención primaria haciéndolas atractivas frente a puestos similares en otras comunidades autónomas u otros puestos de trabajo en la propia comunIdad".
Las medidas que se proponen desde el Comité de Profesionalismo Médico y el Comité Permanente de Asistencia Sanitaria se hacen en interés de la mejor sanidad para los ciudadanos de la Comunidad de Madrid
Finalmente, agrega el ICOMEM, "la experiencia vivida por los profesionales sanitarios durante la pandemia contribuye al cansancio y aparición del Síndrome de Burnout. Según datos recientemente presentados por el Observatorio de Salud Mental del ICOMEM, el 92 % de los médicos madrileños de atención primaria y urgencias extrahospitalarias reconocen haber sufrido agotamiento emocional en el trabajo. Esta situación repercute de forma directa sobre la calidad de la atención y la seguridad del paciente. La administración madrileña debería dedicar recursos para prevenir y tratar este síndrome".
Es preciso, asimismo, que se preste atención al mantenimiento y equipamiento de los centros de salud, así como a la construcción de nuevos centros necesarios donde los profesionales desarrollan gran parte de su actividad, para mejorar la confortabilidad de los centros para pacientes y profesionales y posibilitar a los profesionales la compatibilización de su actividad profesional con la familiar.
Las medidas que se proponen desde el Comité de Profesionalismo Médico y el Comité Permanente de Asistencia Sanitaria se hacen en interés de la mejor sanidad para los ciudadanos de la Comunidad de Madrid, ofreciéndose el ICOMEM como interlocutor para contribuir a la mejora de la asistencia sanitaria tanto en la comunidad autónoma como para el conjunto de España.