El Hospital Clínico San Carlos ha probado con éxito la denervación renal en dos pacientes con hipertensión refractaria o mal controlada. Se trata de los dos primeros casos tratados con esta innovadora técnica en España, en dos intervenciones transcurridas sin complicaciones y con los pacientes dados de alta a las 24 horas de la intervención. De esta manera, se abre el horizonte a una técnica poco invasiva, segura y eficaz en el tratamiento de la tensión arterial.
A diferencia de la radiofrecuencia utilizada en los procedimientos convencionales, la denervación renal consiste en “la aplicación local de ultrasonidos a través de un catéter que se introduce por la ingle hasta la arteria renal, lo que permite aplicar energía de forma muy localizada por donde transitan los nervios simpáticos, que provocan el desarrollo de la hipertensión, para anularlos sin lesionar el vaso sanguíneo por donde se introduce el catéter”, tal y como ha explicado Iván Núñez, cardiólogo intervencionista del Hospital Clínico San Carlos.
El 46% de los adultos hipertensos desconocen que sufren la enfermedad, según la Organización Mundial de la Salud
La eficacia de la denervación renal es tal que ya ha sido incluida en las nuevas guías clínicas para el tratamiento de la hipertensión por la Sociedad Europea de Hipertensión. En realidad, es un procedimiento conocido desde hace años, pero que ha evolucionado hacia técnicas menos invasivas, como la empleada en el Clínico San Carlos. El Dr. Núñez ha querido destacar, precisamente, la eficacia del procedimiento que, además, es mínimamente invasivo y seguro,
“En los pacientes intervenidos se ha constatado una disminución sustancial de sus niveles de tensión arterial a los tres meses de la intervención, controlando satisfactoriamente sus niveles de presión arterial, sin ningún tipo de complicación”. Aunque la técnica de la denervación renal es novedosa, los pocos datos de seguimiento con los que se cuenta “confirman esa evolución positiva a los 36 meses de seguimiento”.
EL 46% DE LOS HIPERTENSOS, INFRADIAGNOSTICADOS
La hipertensión arterial es el factor de riesgo cardiovascular de mayor incidencia entre la población, ya que se asocia a hábitos como una ingesta elevada de sodio o baja de potasio, el sedentarismo, el consumo de alcohol, la obesidad y una dieta poco saludable. Aunque existen medicamentos para el control de la presión arterial, no siempre son efectivos, pero además, hay un elevado porcentaje de la población que no sabe que sufre este problema. En concreto, el 46% de los adultos hipertensos desconocen que sufren la enfermedad, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En definitiva, la hipertensión arterial es un problema de salud infradiagnosticado, a lo que contribuye la ausencia de síntomas, ya que es una enfermedad “que no duele ni se siente”. Para evitar el retraso en el diagnóstico, conviene acudir a las revisiones con el cardiólogo. Será este especialista el que diagnostique la enfermedad y ponga el tratamiento, aunque no todos los pacientes logran una correcta adherencia al tratamiento: la alergia, alguna intolerancia o las interacciones con otros medicamentos podrían estar detrás de las causas.
La unidad de Hipertensión del Clínico San Carlos se encarga de realizar un estudio multidisciplinar de estos pacientes para detectar los posibles problemas a la adherencia del tratamiento. Es precisamente para estos casos para los que la denervación renal se presenta como una técnica favorable. En palabras del Dr. José Antonio García Donaire, nefrólogo y miembro de la Unidad de Hipertensión del Hospital Clínico San Carlos, “puede resultar beneficiosa para pacientes con hipertensión refractaria o multirresistente, o que no responde a tratamientos farmacológicos, cuando se siguen los consejos para llevar una vida saludable y se toman, al menos, tres fármacos diferentes para controlar la presión sanguínea sin alcanzar los objetivos deseados de control”.