En el campo de la salud, cada día asistimos al descubrimiento e implementación de nuevas innovaciones que tratan de poner solución a los problemas más usuales de los pacientes y hacerles más llevadero su transitar por una determinada enfermedad. Habitualmente, probar estos experimentos es posible en los ámbitos clínico o empresarial y, puntualmente, también lo es en el entorno académico.
El Hospital Clínico San Carlosha diseñado una innovadora forma de administrar medicamentos, para asegurar la correcta administración, a través de un sistema eficiente de domotización, basado en la tecnología NFC (Near Field Communication), cuya utilización está muy extendida dado que se encuentra incorporada enla mayoría de los teléfonos inteligentes.
Este sistema pone a disposición de los pacientes una tecnología inalámbrica para mejorar su adherencia al tratamiento hospitalario y aporta otras ventajas como el aumento de su motivación para la toma de su medicación y su autocuidado, al sentirse monitorizado y atendido de forma más personalizada. Por otro, facilita al profesional sanitario la automatización del procesamiento de datos y permite la generación de resultados en salud en tiempo real más rigurosos, así como un sistema de trazabilidad y seguridad alineada con la transformación digital en la que estamos inmersos.
Al poner en contacto el teléfono móvil con la etiqueta se envía una señal en tiempo real, “lo que nos permite conocer cuándo el paciente se está administrando la medicación e intervenir, de manera precoz, en el caso de incidencia. Con todo ello disponemos de información para ver si el tratamiento está resultando efectivo, seguro y si la administración por parte del paciente es la correcta o si, por el contrario, tuviera alguna necesidad que comunicarnos”, añade el farmacéutico del Hospital Clínico San Carlos, Gonzalo Hernando Llorente.
“Lo que nos permite conocer cuándo el paciente se está administrando la medicación e intervenir, de manera precoz, en el caso de incidencia”
En esta fase del proyecto, los farmacéuticos hospitalarios del Clínico San Carlos pretenden conocer si se trata de un sistema fácil de usar para los pacientes y, en el caso de que fuera así, extenderlo a otras patologías. A medio plazo esta herramienta podría proporcionar diversas funcionalidades en el entorno hospitalario, como su aplicación en la gestión de stocks de medicamentos desde un punto de vista logístico.
En el Servicio de Farmacia Hospitalaria del Clínico San Carlos se proporcionan cuatro etiquetas con tecnología NFC a los pacientes, a quienes un farmacéutico configura su teléfono móvil y programa las etiquetas. Éstas pueden pegarse prácticamente en cualquier sitio a conveniencia del paciente: en la puerta del frigorífico, donde se conservan los medicamentos biológicos para el registro de adherencia al tratamiento; en el botiquín, donde se almacena la medicación de rescate para el registro de su efectividad, o integrarse en un llavero para registrar un posible efecto adverso efecto.
En el Servicio de Farmacia Hospitalaria del Clínico San Carlos se proporcionan cuatro etiquetas con tecnología NFC a los pacientes, a quienes un farmacéutico configura su teléfono móvil y programa las etiquetas
El registro genera una alarma en el calendario del teléfono móvil del paciente para recordarle la siguiente administración de su medicamento reforzando, de esta manera, su adherencia al tratamiento. El paciente no necesita interactuar con ninguna aplicación, tan sólo acercar su teléfono a las etiquetas para poder leerlas, cuya información es enviada a los profesionales sanitarios para registrar, en tiempo real, su adherencia al tratamiento.
Una vez testada la herramienta en el entorno de laboratorio, y confirmado su nivel de madurez tecnológica, “nuestro propósito es probarla próximamente en pacientes con migraña crónica refractaria en tratamientos con medicamentos biológicos dispensados en nuestro servicio, porque se trata de fármacos relativamente novedosos, de carácter crónico y administración mensual, cuyos datos de seguridad están bien caracterizados y su efectividad es fácilmente medible” explica la farmacéutica del Hospital Clínico San Carlos, Cristina González Pérez.