La consejera de Salud, Manuela García, ha presentado este miércoles el nuevo Plan Integral de Adiciones de las Islas Baleares (2025-2032), una hoja de ruta, un compromiso de acción global ante unos de los desafíos sociales más complejos: la lucha contra las adiciones. García, en compañía de la directora general de Salud Mental, Carme Bosch, y de la coordinadora autonómica de adicciones, Elena Tejera, ha destacado que el anterior Plan de Adicciones autonómico databa del año 2011 y, 14 años después, se imponía la necesidad de desarrollar una nueva estrategia, teniendo en cuenta que las adicciones continúan siendo un importante reto para la región.
Este nuevo plan surge de la participación e implicación de las administraciones con competencia en la materia, entidades, agentes, familias y usuarios, y pone el foco principalmente entre la juventud y los menores de edad, con medidas de control y promoción de la intervención precoz. No en vano, el consumo de sustancias psicoactivas tiene un impacto significativo en la salud mental, puesto que puede agravar o desencadenar trastornos como la depresión, la ansiedad, la psicosis y el suicidio, mientras que los problemas de salud mental pueden aumentar la vulnerabilidad al consumo.
El Plan dispone de 6 líneas estratégicas (prevención; modelo de atención, reducción y control de la oferta, coordinación, participación y comunicación; formación; e investigación y evaluación), 30 objetivos específicos y 139 acciones
En esta línea, la asociación o coexistencia de trastornos mentales y trastornos por uso de sustancias o adicciones comportamentales, la patología dual, es frecuente en los centros de tratamiento, asociándose a un peor pronóstico y a una mayor dificultad de tratamiento. Por eso, este plan recoge la necesidad de un abordaje integrado y de la importancia de la coordinación entre los servicios que intervienen.
El Plan contempla el abordaje de todo tipo de adiciones no sólo por uso de sustancias (alcohol, tabaco y otras drogas) sino también de otras conductas adictivas que tienen que ver con las pantallas y los lugares de azar, entre otros. Se basa en tres pilares fundamentales: prevención, tratamiento y reinserción social, así como en 6 líneas estratégicas (prevención; modelo de atención, reducción y control de la oferta, coordinación, participación y comunicación; formación; e investigación y evaluación), 30 objetivos específicos y 139 acciones.
OBJETIVOS DEL PLAN
La estrategia tiene como objetivo abordar las adicciones en la comunidad autónoma de manera integral y coordinada mediante una acción conjunta entre todos los actores que intervienen (profesionales y ciudadanía), así como promover una sociedad informada y sensibilizada sobre las adicciones, reducir el impacto social y sanitario, y prestar especial atención a jóvenes y menores de edad mediante medidas de control y promoción de la intervención precoz.
Se centra en la persona y los contextos de consumo, adoptando una perspectiva de derechos humanos, interseccional y de género
De la misma manera, busca reducir los factores de riesgo, promover alternativas saludables y garantizar un enfoque basado en evidencia científica y buenas prácticas. Para ello, se centra en la persona y los contextos de consumo, adoptando una perspectiva de derechos humanos, interseccional y de género. Igualmente, también pretende facilitar el acceso equitativo a los servicios y establecer una red integrada de recursos.
Está previsto que el Plan acuda al Consejo de Gobierno de este mismo viernes 7 de marzo. El próximo 31 de marzo se convocará a la Comisión Institucional sobre Drogodependencias y otras adicciones para aprobar las acciones en el ámbito a priorizar a lo largo de este año 2025.
INCIDENCIA DE LAS ADICCIONES
Una parte importante del Plan se centra en prevenir las conductas adictivas en la juventud, como una etapa clave para adquirir hábitos saludables. Según los datos recogidos en el documento, la edad de iniciación de los menores en el consumo de sustancias adictivas ronda los 14-15 años. En concreto, para el alcohol se sitúa en los 14 años; el tabaco, 14,1 años; el cannabis, 14,9 años; los hipnosedantes, 14,3 años; la cocaína, 15,1 años; y la iniciación en sustancias alucinógenas se fija en los 15,7 años.
El 12,4% de estudiantes baleares entre 14 y 18 años que han consumido cannabis los últimos treinta días también han fumado tabaco
La inquietud por el consumo de estas sustancias cobra una especial fuerza si se tiene en cuenta que muchas de las personas pueden llegar a combinar el consumo de varias. Por ejemplo, el 12,4% de estudiantes baleares entre 14 y 18 años que han consumido cannabis los últimos treinta días también han fumado tabaco. Además, el Plan balear tiene en cuenta el preocupante aumento de las bebidas energéticas, vapeadores, cigarrillos electrónicos, apuestas o juegos de azar entre la población.