El pasado lunes 30 de octubre nació Derek Eloy, hijo de Azahara y Estefanía, dos madres que han podido gestar a su hijo conjuntamente gracias al sistema INVOcell. Derek, nacido en el Hospital Juaneda Miramar de Palma con 3,3 kilos de peso, ha sido el primer bebé de Europa en gestarse mediante este sistema, según informa el Diario de Mallorca.
INVOcell es una herramienta que funciona como una pequeña incubadora. Este sistema se coloca debajo del cuello uterino de una de las dos madres, lo que produce el desarrollo del embrión durante los primeros días en el interior del cuerpo de la mujer. Cuando el embrión se desarrolla, tal y como lo haría en el laboratorio, el INVOcell se extrae y se transfiere al útero de la otra mujer.
"Con este nuevo tratamiento, inmediatamente después de obtener los óvulos, estos se introducirán junto a los espermatozoides en una cápsula que depositamos bajo tu cuello uterino"
Juaneda Fertility lo explica en su página web: “Con este nuevo tratamiento, inmediatamente después de obtener los óvulos, estos se introducirán junto a los espermatozoides en una cápsula que depositamos bajo tu cuello uterino, haciendo que tanto la fecundación como el desarrollo de los embriones se realice dentro de tu cuerpo, obteniendo una experiencia mucho más íntima y personal”.
Además, gracias a este dispositivo, las parejas de mujeres podrán “llevar el embrión del futuro bebe dentro de su cuerpo, la primera durante los primeros 5 días del desarrollo del embrión y la segunda hasta el momento de la gestación”, indican desde el centro. En este sentido, INVOcell se presenta como un proceso más natural de fecundación in vitro.
Tras nueve meses, Derek ha nacido en perfecto estado de salud y arropado por los profesionales de Juaneda Hospitales
En marzo de 2023, el equipo de Juaneda Fertility hizo posible esta fecundación, constituyéndose como el primer centro en lograr una gestación conjunta en Europa. Tras nueve meses, Derek ha nacido en perfecto estado de salud y arropado por los profesionales de Juaneda Hospitales.
"Cuando me ofrecieron tenerlo cinco días en el cuello del útero fue como si yo también lo hubiera tenido dentro", explica Azahara, de 27 años, pareja de Estefanía, de 30, y madres de Derek en declaraciones a IB3 Televisió. Además de ser una fecundación más natural, según informa el centro en su página web, es un proceso más satisfactorio con un gran vínculo emocional.