La llegada del verano suele ser un motivo de celebración para muchas personas que aguardan poder disfrutar de un merecido descanso. Los médicos no son una excepción. Sin embargo, estos meses suponen para los responsables sanitarios todo un reto a la hora de poder cubrir los ‘agujeros’ que los facultativos dejan en las plantillas de los centros de salud y hospitales. Una circunstancia a la que, en lugares como Baleares, se suma la explosión poblacional producida por la llegada en masa de turistas que desean disfrutar en sus costas.
Ante esta repetida y compleja circunstancia anual, el presidente del Sindicato Médico de Baleares (Simebal), Dr. Miguel Lázaro, aclara a ConSalud.es que, a pesar de los esfuerzos de la Consejería de Sanidad por redoblar los efectivos en las islas, “este verano se echarán de menos alrededor de 150 médicos” entre Mallorca, Ibiza y Menorca. Una falta de previsión que supondrá un “nuevo colapso sanitario” y obligará a los profesionales a tener que acometer horas extra o, en algunos casos, a posponer sus vacaciones más allá del periodo estival.
"Corremos el riesgo de morir de éxito si no logramos hacer este turismo sostenible, puesto que casi 20 millones de personas conllevan un consumo extra de recursos sanitarios muy importante”
El pasado año visitaron el archipiélago balear cerca de 18 millones de turistas de todas las partes del mundo; una cifra que las previsiones aspiran a superar durante el presente curso. “Tenemos la gran suerte de recibir muchos visitantes, pero también corremos el riesgo de morir de éxito si no logramos hacer este turismo sostenible, puesto que casi 20 millones de personas conllevan un consumo extra de recursos sanitarios muy importante”, remarca el doctor. No en vano, muchos de estos visitantes –algunos mayores o jubilados que pasan todo el verano- terminan acudiendo a un punto de atención médica.
En esta línea, el sindicato facultativo local ha desempolvado una propuesta que ya habían avanzado –entonces sin demasiado recorrido– durante el pasado 2019: la ecotasa sanitaria. En aquel momento, recibió algunas críticas desde el sector de la hostelería, que lo percibía como una nueva tasa que penalizaba a los turistas. Poco después, llegó la pandemia y el asunto se aparcó. Sin embargo, el presidente de Simebal explica que “ahora queremos volver a trasladar este debate a la ciudadanía de las Islas Baleares y a los políticos”.
El Ejecutivo balear podría dedicar este montante económico extra a “incentivar” la llegada de sanitarios a las Islas Baleares. “La única vía de revertir la falta de médicos es con incentivos, retributivos y no retributivos”
De hecho, la intención del colectivo médico es mantener reuniones con los diferentes grupos parlamentarios regionales, así como con el propio Gobierno autonómico de Marga Prohens, para proponerles lo que consideran que es una medida que “ayudaría muchísimo a la sanidad balear”. En concreto, la iniciativa planteada es aprovechar la tasa turística ya existente, que el pasado año dejó 153 millones de euros, para “invertir una parte en el refuerzo de las plantillas de profesionales durante los meses de verano”, aclara el Dr. Lázaro.
Por tanto, la propuesta de la ecotasa sanitaria no implicaría un nuevo impuesto añadido al ahora vigente ni aumentaría su coste para el turista, explica el responsable sindical, sino que únicamente se “sacaría una porción de los más de 150 millones de euros –este año la cifra será aún superior– para contratar médicos, que es lo que nos falta”. En esta línea, el Ejecutivo balear podría dedicar este montante económico extra a “incentivar” la llegada de sanitarios a las Islas Baleares. “La única vía de revertir la falta de médicos es con incentivos, retributivos y no retributivos”, puntualiza.
“No conviene olvidar que los que más sufrimos la lista de espera y padecemos la saturación de los servicios de urgencias y los centros de salud somos los propios ciudadanos que vivimos en Baleares”
De la misma manera, la financiación extra que supondría la ecotasa sanitaria serviría para paliar las consecuencias negativas que la llegada de turistas genera en la población local, ya que “no conviene olvidar que los que más sufrimos la lista de espera y padecemos la saturación de los servicios de urgencias y los centros de salud somos los propios ciudadanos que vivimos en Baleares”, destaca el presidente de Simebal, que –prosigue– “somos algo más de 1 millón de personas que pagamos impuestos y vemos que la calidad y la accesibilidad a la sanidad pública es mucho más complicada”.
Por otra parte, el hecho de contar con un sistema sanitario más robusto remaría a favor del objetivo marcado por el Gobierno autonómico de dirigirse hacia un turismo más sostenible. “Los turistas vienen a Baleares por la gran experiencia que les ofrece nuestra tierra y nuestras playas, pero también basan su viaje en otros importantísimos factores como la seguridad y la presencia de una buena sanidad”. En este sentido, considera el facultativo, sin una “sanidad pública y sostenible” sería irrealizable poder sostener el actual modelo.
El hecho de poder atraer a más médicos durante el verano podría llevar a que “algunos decidan quedarse si se les ofrecen incentivos”
En definitiva, desde el Sindicato Médico Balear tienen esperanza en poder recibir una respuesta positiva por parte de los responsables políticos para formalizar esta capitalización extra hacia las arcas de la sanidad. No en vano, la actual realidad indica que sólo en Atención Primaria faltarían, en circunstancias normales, “alrededor de 350 o 400 médicos”, y con la llegada del verano la cosa empeora: “no damos abasto”. Además, el hecho de poder atraer a más médicos durante el verano podría llevar a que “algunos decidan quedarse si se les ofrecen incentivos”, concluye el Dr. Miguel Lázaro.