El Consejo de Gobierno de las Islas Baleares ha acordado este viernes el fin del copago farmacéutico con cargo a los pensionistas residentes en esta comunidad autónoma con una renta inferior a 100.000 euros anuales. Esta medida beneficiará, según el Ejecutivo regional, a 187.419 pensionistas desde el 1 de enero de 2019, lo que representa el 92% del total.
Esta medida está dispuesta en la Ley de presupuestos generales de la comunidad para 2019, en la cual se decretan ayudas públicas para compensar los gastos derivados del copago que establece el Real Decreto Legislativo 1/2015 de garantías y uso racional del medicamento, al objeto de garantizar el cumplimiento terapéutico de los pensionistas residentes en las Islas Baleares.
Con la eliminación del copago se da "un paso más en la protección de estos colectivos, ya que recupera la gratuidad de los medicamentos prescritos por la sanidad pública"
Para el Gobierno regional, el objetivo es “garantizar que el pago de los medicamentos y productos farmacéuticos no sea un obstáculo para la adherencia a los tratamientos farmacológicos, cuestión que es especialmente necesaria entre los colectivos que más propensión presentan a la cronicidad de las patologías y, en consecuencia, a una polimedicación, como es el caso de las personas mayores y de las personas con discapacidad”.
Con la eliminación del copago se da “un paso más en la protección de estos colectivos, ya que recupera la gratuidad de los medicamentos prescritos por la sanidad pública, que se había perdido en el año 2012 en virtud del Real Decreto 16/2012 de medidas urgentes para garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud y mejorar la calidad y la seguridad de sus prestaciones”.
Para hacer efectiva esta medida se ha tenido que modificar el sistema de receta electrónica e integrarlo en los sistemas informáticos del Servicio de Salud y de las farmacias
Cabe recordar que a finales del año 2016, el Servicio de Salud dio un primer paso en beneficio de estos colectivos y modificó el sistema de receta electrónica para que los pensionistas dejaran de pagar por encima de los límites de aportación farmacéutica establecidos que tenían que asumir en esta comunidad autónoma.
En el año 2017, el copago supuso un gasto de 18,8 millones de euros, 12,3 de los cuales estuvieron asociados a las rentas inferiores a 100.000 euros anuales, pero a partir del 1 de enero ya no se tendrá que pagar por este concepto. Para hacer efectiva esta medida se ha tenido que modificar el sistema de receta electrónica e integrarlo en los sistemas informáticos del Servicio de Salud y de las farmacias.