“Iniciamos la recuperación de Son Dureta, un espacio que contará con un nuevo centro de salud y un paseo para acceder al bosque de Bellver”. Así lo ha anunciado este lunes la presidenta del Govern, Francina Armengol, durante una visita al recinto donde se construirá el Edificio B, en la que ha estado acompañada por la consejera de Salud, Patricia Gómez; la consejera de Servicios Sociales y Cooperación, Fina Santiago, y el alcalde de Palma, Toni Noguera.
El nuevo centro de salud, “que atenderá aproximadamente a 20.000 personas, da cumplimiento a una reivindicación histórica de los vecinos y vecinas de Palma y mejorará la calidad de la atención a los ciudadanos y ciudadanas, que ganarán en salud”, ha manifestado la presidenta. Para Armengol, el objetivo es potenciar el sistema sanitario de la ciudad, con una apuesta por la atención primaria y la medicina preventiva, alcanzando un servicio más próximo y accesible a los habitantes del municipio. Una línea que se reforzará, según ha expresado la presidenta, con un Servicio de Urgencias de Atención Primaria (SUAP) que dará asistencia a unas 120.000 personas.
El nuevo edificio B incorporará 242 camas para pacientes de larga estancia, que necesitan una atención especializada y más prolongada en el tiempo, en unas instalaciones adaptadas a sus circunstancias. “Es necesario pensar en el futuro y hacer frente al reto de la cronicidad y el envejecimiento de la población, con el objetivo de que nuestros abuelos y abuelas, después de toda una vida de esfuerzo, puedan envejecer dignamente con salud”, ha apuntado Armengol.
Armengol ha destacado que Son Dureta supone un cambio importante en el circuito asistencial, “ya que se centra, de forma diferenciada, en personas mayores y con problemas crónicos que requieren de una atención especial y de estancias más largas
En este sentido, la representante del Govern ha destacado que Son Dureta supone un cambio importante en el circuito asistencial, “ya que se centra, de forma diferenciada, en personas mayores y con problemas crónicos que requieren de una atención especial y de estancias más largas, aspectos que hacen imprescindible incrementar el número de camas”.
De este modo, el nuevo Son Dureta “es un proyecto dialogado y consensuado que cuenta con la participación de asociaciones de pacientes, colegios profesionales y formaciones políticas, hecho que garantiza la continuidad y materialización del proyecto más allá de esta legislatura”, ha explicado la presidenta balear.
PROYECTO DEL EDIFICIO B
Según explican desde la Consejería, el proyecto del Edificio B se ejecutará por fases, la primera de las cuales, con un coste estimado de 56 millones de euros, ya se ha iniciado. Esta primera etapa consiste en el derribo del edificio de consultas externas, el Hospital Materno-Infantil y el inmueble donde había la cocina y los vestuarios, el cual está adelantado y permitirá el inicio de las obras en un año. En su lugar se erigirá un edificio de 35.000 m2 (edificio B), que se licitará mediante un concurso de ideas, de acuerdo con el Colegio de Arquitectos.
Actualmente ya se ha iniciado el procedimiento para sacar adelante el proyecto de demolición, que supondrá el derribo de más de 41.000 metros cuadrados.
El nuevo edificio B dispondrá de Centro de cuidados especiales con Área de hospitalización (242 camas de larga estancia), Área ambulatoria (consultas externas, rehabilitación, hospital de día), Centro de salud, Área asistencial de valoración funcional y dos plantas soterradas de aparcamiento gratuito con unas 560 plazas.
Al lado de este nuevo edificio está proyectado un pasillo de zona verde, de unos 50 metros de ancho, que conectará directamente con el bosque de Bellver desde la calle de Andrea Doria.
CENTRO DE LARGA ESTANCIA PARA PERSONAS MAYORES
Paralelamente, se prevé la construcción de un edificio (C) de 8.000 m2 distribuidos en dos plantas con 100 habitaciones individuales y 10 dobles, que será destinado a un centro de larga estancia para personas mayores. El objetivo, ha expresado Fina Santiago, es que las obras estén licitadas, y si es posible adjudicadas, antes de finalizar la legislatura.
El nuevo centro supone una inversión aproximada de 8,5 millones de euros y apostará por un modelo de atención especializado en personas de edad avanzada. En este sentido, estará formado por unidades de convivencia y estructurado en subunidades de habitaciones mediante módulos.
En una segunda fase se procederá a la reforma del edificio semicircular (denominado Edifici A), de características singulares, que tendrá una superficie aproximada de 33.000 m2. Este edificio en principio prevé un centro de media estancia con 300 camas en habitaciones dobles de uso individual; un espacio para el Banco de Sangre y Tejidos, una planta destinada para uso de las asociaciones, un centro de empleo de salud mental, una fundación de atención a personas con pérdida de autonomía y discapacidad, un área de docencia, un centro de rehabilitación, un centro de día y una unidad de demencia, entre otras dependencias. Tiene un importe estimado de unos 50 millones de euros.