El verano en las Islas Baleares nos evoca una postal de sol, ligera brisa tramontana y bellas calas frente a un mediterráneo turquesa. Por todo ello, se trata de uno de los destinos españoles más apetecibles para el turismo nacional e internacional. Sin embargo, al igual que acontece en muchas otras regiones españolas la llegada de las fechas estivales amenaza con poner a prueba sus servicios sanitarios. El aumento poblacional en las islas que suponen los visitantes y las propias vacaciones de los profesionales de IBSalud hacen necesario un sobre esfuerzo para asegurar la oportuna asistencia a todos los pacientes.
En esta ocasión, además, la llegada del verano ha coincidido con un cambio de Gobierno, tras la victoria de Marga Prohens (PP) en los últimos comicios autonómicos del 28M. Un mandato en solitario conseguido finalmente con la abstención de Vox y que pone fin a dos legislaturas socialistas consecutivas de la mano de Francina Armengol. La depuesta líder balear se vio obligada a ordenar antes de su marcha el cierre de 160 camas hospitalarias en Mallorca ante la dificultad asistencial que implica el periodo estival. Una decisión que levantó ampollas entre los colectivos médicos de la región y la oposición política en el archipiélago.
El Servicio de Salud balear trasladó a principios de este mes de junio la convocatoria pública de empleo para contratar de forma interina a 120 médicos de familia, la mayoría de los cuales se destinarán a cubrir las vacantes
Por otra parte, el Servicio de Salud balear trasladó a principios de este mes de junio la convocatoria pública de empleo para contratar de forma interina a 120 médicos de familia, la mayoría de los cuales se destinarán a cubrir las vacantes que dejen en los centros de salud del archipiélago los facultativos titulares con motivo de sus vacaciones. Los responsables sanitarios avanzaron que algunas de estas personas permanecerán ejerciendo una vez terminado el periodo vacacional, en torno al mes de septiembre, en plazas de Atención Primaria de la Comunidad Autónoma. Vendrán a reforzar, de este modo, a los 752 médicos de cabecera -585 en Mallorca- de los centros de Salud de las islas.
En concreto en las las Pitiusas, el Área de Salud tranquilizó a su población al asegurar que se “descarta el cierre de camas” en los hospitales que asisten en Ibiza y Formentera. Para lograrlo prometieron trabajar en la línea de reforzar los dispositivos asistenciales de amabas islas con la incorporación de "50 nuevos efectivos" destinados a dar soporte a las plantillas ante la llegada de visitantes y el comienzo de las vacaciones. “Los servicios de Urgencias se verán reforzados, así como servicios centrales como Laboratorio o Radiología”, indicaron recientemente fuentes de Salud balear.
“Se trata de un problema muy grave que afecta a todo el mundo. En el caso de los médicos es inadmisible que los compañeros que llegan de fuera no puedan alquilar un piso"
El delegado del Sindicato Médico Balear (Simebal) en Ibiza y miembro de la Junta de Gobierno del Colegio Oficial de Médicos de Baleares (Comib), Carlos Rodríguez, en base a las experiencias previas y la dificultad de atraer profesionales, aseguró recientemente a ConSalud.es que se daría por satisfecho si los responsables sanitarios pudieran cumplir estas expectativas de refuerzo veraniego. Una incorporación de efectivos médicos en los meses estivales que ha sido una política repetida año tras año, “independientemente del Gobierno autonómico de turno”, aunque “lamentablemente” el número de incorporaciones a plantillas "suele quedarse siempre corto”, aseguraba.
No en vano, el periodo estival acrecienta uno de los principales problemas en las Islas Baleares: la dificultad de atraer médicos. Una de las principales causas de este problema, radica en que se trata de una región que por sus circunstancias exige un elevado coste de vida –más aún en verano-. “Se trata de un problema muy grave que afecta a todo el mundo. En el caso de los médicos es inadmisible que los compañeros que llegan de fuera no puedan alquilar un piso, una casa o una habitación, sino que tengan que alquilar una mísera cama”, lamentaba. Una grave incidencia para la llegada de profesionales a la que el nuevo Gobierno popular espera dar respuesta.
“Las medidas avanzadas por el nuevo Gobierno en la línea de facilitar el alojamiento me parecen muy buenas propuestas, lo que ocurre es que llevará tiempo su puesta en marcha efectiva"
De este modo, el Partido Popular autonómico se apresuró a anunciar la construcción de vivienda específica para trabajadores sanitarios de la región; con fórmulas como el alquiler a precio tasado o la vivienda compartida. Del mismo modo, lo complementarían con deducciones autonómica al IRPF destinadas a los contribuyentes que sean trabajadores estatales, autonómicos o locales ocupados en una plaza de difícil cobertura -Ibiza, Menorca y Formentera recibieron esta distinción el pasado abril-. No en vano, la dificultad para acometer los costes de vida de Ibiza va más allá de poner barreras a los relevos de facultativos en verano, también desalienta la atracción de MIR de otras CC.AA.
Por todo ello, la iniciativa de facilitar el acceso a la vivienda ha sido una propuesta muy bien recibida por los médicos de las islas, aunque asumen que no servirá de solución para las carencias asistenciales de este verano y quizá tampoco en los venideros. “Las medidas avanzadas por el nuevo Gobierno en la línea de facilitar el alojamiento me parecen muy buenas propuestas, lo que ocurre es que llevará tiempo su puesta en marcha efectiva. Es más una medida a medio y largo plazo”, indicó a ConSalud.es el presidente de Simebal, Miguel Lázaro. Mientras tanto, a nivel sanitario el periodo estival en Baleares -como en tantos enclaves de España- requerirá un esfuerzo añadido, pues se presenta con ‘bandera roja’.