Este pasado domingo las calles de Teruel han congregado a más de 500 personas en una manifestación en defensa de la correcta atención sanitaria pediátrica de los niños y niñas de la provincia. Una iniciativa impulsada por un grupo de padres locales que reclaman la oportuna asistencia sanitaria para sus pequeños, lo que les ha llevado a recorrer la ciudad a golpe de cacerolada y silbatos. No en vano, muchas localidades turolenses encuentran serias dificultades para disponer de estos especialistas, lo que les lleva a exigir urgentemente más pediatras en la región.
La Federación de Vecinos de Teruel ha apuntado que en el mes de mayo el área socio-sanitaria de Teruel se encuentra cubierta por tan solo cinco puestos, de los 12 pediatras que debería haber, contando una de estas profesionales con un contrato sólo de media jornada. Todo ello, ha llevado a que los pacientes se vean desatendidos por especialistas en Pediatría en diez centros de salud de este sector: Alfambra, Cedrillas, Villel, Cantavieja, Mosqueruela, Sarrión, Mora de Rubielos, Utrillas, Aliaga y Teruel Centro. Además, son más de 80 municipios los que dependen de estos diez centros de salud.
“Se aplican una serie de medidas provisionales que parece que se quedan para siempre, como ha pasado con contratos mixtos de médicos que van y vienen desde Zaragoza”
El delegado de CESM-Teruel y representante del comité ejecutivo de este sindicato médico en Aragón, Dr. Paco Rodilla, asegura a ConSalud.es que a estos padres “no les falta razón en sus reivindicaciones” ni en el hartazgo que les producen los “parches” puestos ante las carencias profesionales en Teruel. “Se aplican una serie de medidas provisionales que parece que se quedan para siempre, como ha pasado con contratos mixtos de médicos que van y vienen desde Zaragoza”, señala, lo que impide la aplicación de soluciones definitivas.
La falta de profesionales sanitarios –especialmente en Atención Primaria- resulta un importante desafío en todo el país, pero es especialmente acuciante en lugares como Teruel, zonas de difícil cobertura afectadas por la despoblación, ruralidad y dispersión geográfica de los centros. “El déficit de profesionales es consecuencia de la mala planificación por parte de la Administración, que pone medidas temporales, pero no solventa la realidad que se vive de escasez de plantillas”, lamenta Rodilla, quien admite que “es un problema muy difícil de solucionar”.
Se les ofrece a los facultativos “un contrato híbrido o mixto”, que consiste en “pasar parte de la jornada laboral en la capital aragonesa y otra parte de la jornada en Teruel”
De esta manera, los responsables sanitarios locales han tratado de salir al paso de la ausencia de pediatras derivando algunos profesionales desde los hospitales para que “echen una mano”, así como haciendo contratos a compañeros que “vienen desde Zaragoza” a pasar consulta. En este último caso, se les ofrece a los facultativos “un contrato híbrido o mixto”, que consiste en “pasar parte de la jornada laboral en la capital aragonesa y otra parte de la jornada en Teruel”. Una iniciativa que llegaron como medidas de urgencia, pero que “se van prolongando en el tiempo”, reitera el delegado sindical.
INCENTIVOS PROFESIONALES
Atraer a los pediatras a Teruel no es una circunstancia fácil de acometer. Los médicos prefieren ejercer en grandes núcleos urbanos y tienden a desechar la posibilidad de poder desarrollar su trabajo en los pequeños centros. No en vano, cada año quedan vacantes numerosas plazas MIR en el ámbito de las localidades rurales. De esta manera, explica el facultativo, la única posibilidad de lograr revertirlo pasa por “incentivos reales que sean atractivos para los profesionales” y les lleven a querer cubrir estos puestos deficitarios.
“Los incentivos deben contar con todos, no se pueden aplicar para atraer compañeros e ignorar a quienes están aquí sacando el trabajo diariamente y con un gran esfuerzo”
Por otra parte, desde CESM-Teruel llaman a que esta serie de “atractivos laborales” no se focalicen únicamente en atraer nuevos efectivos sanitarios a la provincia, sino que lleguen también a quienes ya trabajan en la sanidad turolense. “Los incentivos deben contar con todos, no se pueden aplicar para atraer compañeros e ignorar a quienes están aquí sacando el trabajo diariamente y con un gran esfuerzo”, aconseja el Dr. Rodilla, pues, de ser así, llevaría a estos últimos a “pedir traslados si perciben un agravio comparativo respecto al resto”.
La protesta de los ciudadanos de Teruel esta jornada dominical ha puesto de relieve la encrucijada a la que se enfrentan muchas provincias españolas. En este caso, la urgencia de contar con pediatras en Teruel ha sido el elemento detonante, dado que la atención a la infancia es un “tema sensible”, pero las alarmas “van saltando periódicamente” con diferentes especialidades deficitarias. “Hace tiempo surgió un grave problema con los otorrinos; todos pidieron el traslado y Teruel se quedó sin estos especialistas”, recuerda desalentado.