El nuevo Gobierno de Aragón de Jorge Azcón cumplirá el próximo 20 de noviembre 100 días al frente de la región. Entre los principales retos sanitarios marcados en la agenda de esta nueva legislatura regional se establecía la apuesta decidida por reforzar la sanidad rural. Un cometido en el que el consejero de Sanidad, José Luis Bancalero, viene dando sus primeros pasos a la hora de cumplir compromisos como paliar la falta de médicos rurales con la incorporación de incentivos o actualizar el mapa sanitario para adaptarlo a la nueva realidad asistencial.
Aragón es la tercera comunidad autónoma de España con mayor porcentaje de municipios con menos de cien habitantes (28,45%), únicamente por detrás de La Rioja (37%) y Castilla y León (32%). De esta manera, su servicio de salud tiene el reto de cubrir la asistencia sanitaria de muchos vecinos que se encuentran en áreas despobladas y dispersas, especialmente en las provincias de Teruel y Huesca. Un buen ejemplo de esta realidad es la localidad zaragozana de Alagón, donde ejerce la médico de Familia, Laia Homedes, quien admite a ConSalud.es que la sanidad rural es “tremendamente gratificante, pero también cuesta un esfuerzo añadido al profesional”.
"Implica para muchas personas “un sobreesfuerzo físico y económico, así como continuos desplazamientos en coche que terminan desgastando”
El entorno rural se encuentra con un importante problema a la hora de atraer a facultativos, que ante las amplias posibilidades de trabajo “optan prioritariamente por plazas más cercanas a su casa”. Una dinámica que lleva a que la cobertura en los centros de salud de las pequeñas localidades encuentre “mayores deficiencias a la hora de componer sus plantillas”. Una palpable realidad ante la que la delegada de Fasamet admite, la Consejería de Sanidad “está intentando buscar soluciones y apostar por todas estas zonas de difícil cobertura”.
Para lograr paliar esta escasez de facultativos en los centros de salud y consultorios de las pequeñas localidades que salpican Aragón, la médica en EAP Alagón, recomienda algo tan simple como “hacer la vida más fácil a estos profesionales”. El hecho de ejercer en el ámbito rural implica para muchas personas “un sobreesfuerzo físico y económico, así como continuos desplazamientos en coche que terminan desgastando”. Unas incidencias que no suceden trabajando en un centro urbano y por las que no se recibe “ninguna compensación añadida”.
Con todo ello, lo que el colectivo médico viene demandando es las apuesta por incentivar a quienes desempeñar su profesión en entornos más aislados, tanto económicamente como en términos de conciliación laboral. “El médico debe sentir que se recompensa su trabajo, así como el esfuerzo añadido que implica la asistencia en estas áreas más alejadas”, aclara la Dra. Homedes, quien lo ejemplifica explicando que “para poder trabajar ponemos diariamente nuestro vehículo, a veces con nieve hasta las rodillas para llegar a los domicilios”. Unas circunstancias que requieren una mayor dedicación y entrega.
Aplicar medidas para “flexibilizar la jornada” o “ofrecer una mayor puntuación a la hora de acceder a oposiciones o bolsas de trabajo” se presenta como otros interesantes elementos
En la misma línea, aplicar medidas para “flexibilizar la jornada” o “ofrecer una mayor puntuación a la hora de acceder a oposiciones o bolsas de trabajo” se presenta como otros interesantes elementos para hacer más atractiva la profesión y fomentar la llegada de efectivos a los pueblos. “Disponer de jornadas que permitan la conciliación con la vida personal sería un punto muy importante”, apunta la médica rural aragonesa, así como “primar profesionalmente a quienes hayan estado trabajando en estas plazas”. Una serie de detalles que se van sumando para desalentar a los recién graduados.
Por otro lado, uno de los mayores temores de los médicos recién especializados –quienes mayoritariamente ocupan estas vacantes- estriba en el riesgo de no tener acceso a la misma formación y reciclaje profesional del que dispondrían en un gran núcleo poblacional. “Los médicos más jóvenes necesitan poder formarse de manera continuada en un sector en constante renovación. La distancia o falta de relevo en el puesto dificultan poder acceder a cursos de reciclaje. Igualmente, cabría ofrecer un mayor acceso a medios digitales. No hay las mismas ventajas”, remarca.
ESTRATEGIAS EN ARAGÓN
El Gobierno de Aragón ha impulsado recientemente la iniciativa de establecer la libranza de guardias entre los facultativos rurales. “Es un punto muy positivo que se ha ganado. El hecho de conducir habiendo descansado poco durante la noche y encima pasar consulta al día siguiente en las diferentes localidades se nota. Te machaca. No estás igual de lúcido que si hubieras descansado en tu casa”. Un primer paso en la línea de facilitar unas mejores condiciones laborales a este colectivo, que en CC.AA. como Aragón juegan un papel esencial por el envejecimiento, ruralidad y dispersión de su población.
"La sanidad rural es una profesión que enamora todo lo que vaya en la dirección de ponerla en valor es bien recibido”
Precisamente la nueva idiosincrasia demográfica de esta región es lo que ha llevado al consejero de Sanidad, José Luis Bancalero, ha adelantar que se actualizará el mapa sanitario para “adecuar los recursosa las necesidades de la población”, explicó. Este mapa se ha mantenido desde la década de los 80 y en este tiempo la realidad de Aragón ha variado sobremanera. “Han pasado muchos años y todo ha evolucionado –recursos, carreteras, censos, etc- hay que darle una vuelta y valorar la manera más eficiente de emplear los recursos para asegurar la mejor cobertura sanitaria de los aragoneses”.
Igualmente, quedan pendientes otras iniciativas previstas por los responsables sanitarios como loscontratos de hasta tres años y la llegada a acuerdos para facilitar vivienda. “Disponer de contratos más largos y estables permitirá atraer y fidelizar a más compañeros. Igualmente, veo bien facilitar a los médicos rurales que lo deseen poder vivir allí. La sanidad rural es una profesión que enamora todo lo que vaya en la dirección de ponerla en valor es bien recibido”, concluye la Dra. Laia Homedes.