La Consejería de Sanidad de Aragón ha rechazado los 15.000 euros que un paciente reclamó al Gobierno Aragonés tras ser intervenido quirúrgicamente por un infarto que no tenía. En su defecto, la Administración indemnizará al afectado con 475 euros.
Los hechos se remontan, según fuentes oficiales de ABC Aragón, al 1 de junio de 2017 cuando el hombre acudió al Centro de Salud de Fuentes de Ebro (Zaragoza) con un dolor en el pecho. Allí, tras realizarle varias exploraciones, entre ellas un electrocardiograma y ante un primer diagnóstico que apunta a una simple pericarditis vírica, activan el denominado “código infarto” para trasladarlo al Hospital Migue Servet de Zaragoza.
Los profesionales confundieron su electro con el de otro paciente que acudió al centro el día anterior
Dos electrocardiogramas más, uno en la UVI móvil en la que fue trasladado; y otro en el Miguel Servet, revelan que el paciente no muestra evidencias de infarto. Aún así, los médicos deciden ingresarlo en la UCI y someterlo a un cateterismo “introducción de una sonda para llegar hasta el corazón y sus arterias”.
Una vez realizado el cateterismo el resultado fue claro: el corazón estaba totalmente sano. Perplejos, revisan el primer electro y se confirma el error. El electrocardiograma revisado en un primer momento no correspondía al paciente intervenido, sino a otro atendido el día anterior.
Una vez recuperado de todo lo ocurrido, la víctima interpuso una reclamación de 15.000 euros contra el Gobierno aragonés. Ahora, año y medio después, el dictamen oficial recabado por la Consejería de Sanidad señala que solo indemnizará al afectado con 475 euros, los cuales hacen referencia, tan solo, al cateterismo al que fue sometido.