La adicción patológica a los juegos de azar, generalmente conocida por ludopatía, es el deseo irrefrenable y constante de apostar sin tener en cuenta los estragos que esto haya causado y pueda causar en tu vida. Apostar es estar dispuesto a arriesgar cosas con valor con la esperanza de recibir de vuelta algo que, aparentemente, tiene un valor aún mayor. Se trata de un problema que afecta tanto al individuo como a la sociedad en su conjunto y es responsabilidad de todas las instituciones y entidades implicadas y, en definitiva, de toda la sociedad prevenir las consecuencias negativas derivadas del mismo.
La mayoría de las personas que a lo largo del año pasado iniciaron un tratamiento por su adicción al juego se habían enganchado por las apuestas. Así se recoge en el Informe del Día sin juego 2023 donde se conocen por primera vez el número de inicios de tratamientos en Aragón por su adicción comportamental, un trastorno que implica una dependencia problemática a una actividad (juego, compras…) sin consumo de sustancias.
Un 76,5% de las personas de 20 a 29 años que en 2022 iniciaron tratamiento por trastorno por juego lo hicieron porque estaban enganchados a las apuestas
Los datos recogidos en Aragón muestran que un 76,5% de las personas de 20 a 29 años que en 2022 iniciaron tratamiento por trastorno por juego lo hicieron porque estaban enganchados a las apuestas. En el resto de edades, también son las apuestas la causa de la mayoría de inicios de tratamientos, salvo en la franja de 10 a 19 años. En este último grupo, el 66,7% del inicio de tratamiento fue por uso compulsivo de internet, móvil, redes sociales y/o videojuegos.
La directora general de Salud Pública del Gobierno aragonés, Nuria Gayán, llama la atención sobre el hecho de que existen videojuegos que incluyen dentro de su dinámica juegos de azar, lo que puede inducir a comportamientos de juego problemático en edades muy tempranas.
LA PUNTA DEL ICEBERG
El número de inicios de tratamiento en Aragón por adicciones comportamentales/sin sustancia en Aragón en 2022 ha sido de 142 personas (82,4% hombres y 17,6% mujeres). Esto supone que casi un 10% de las 1.540 personas que comenzaron tratamiento por adicciones en 2022 lo hicieron por su adicción comportamental.
Los expertos indican que estos datos son solo “la punta del iceberg” de las adicciones comportamentales, ya que hay numerosas personas que aún no acuden a tratamiento. Ante el incremento en los últimos años de este tipo de adicciones, se ha realizado en todas las Comunidades autónomas una recogida de datos con un nuevo indicador de Admisión a Tratamiento por juego problemático en 2022.
En cuanto a las consecuencias que refieren las personas que acuden a tratamiento asociadas a la adicción comportamental en el último año, se observa que los problemas en el trabajo o los estudios y los problemas de salud, suman el 47,9% de los inicios de tratamiento siguiéndole los problemas relacionales y los conflictos familiares 26,6%.
MEDIDAS PARA LA PRÁCTICA DE UN JUEGO SEGURO
Además de conocer la situación social, desde este año la ley autonómica refuerza medidas para la práctica de un juego seguro y responsable incorporando normas de prevención ambiental, que son aquellas que limitan el acceso al juego. Así, se prohíbe la apertura o ampliación de los locales de juego a 500 metros de las áreas de influencia de centros escolares y otros lugares de afluencia juvenil.
También el nuevo plan de adicciones de la Comunidad autónoma de Aragón incorporará programas de prevención de la ludopatía en el marco del Plan de Adicciones de la Comunidad Autónoma de Aragón, para mayor eficacia y optimización de los recursos y dispositivos socio-sanitarios disponibles en Aragón, alcanzando a todos los municipios y comarcas.
Una de las medidas de prevención ambiental más eficaces en los juegos de azar y en las apuestas deportivas es la auto-prohibición de acceso a los locales de juego o de apuestas para las personas que tienen problemas de juego, para que así no puedan acceder fácilmente a ellos. La inscripción en un registro de prohibidos es un procedimiento gratuito que impide el acceso del inscrito a aquellos juegos respecto de los que la Administración Pública competente haya determinado la necesidad de realizar la identificación previa del jugador con el fin de hacer efectivo el derecho de los ciudadanos a que les sea prohibida la participación en las actividades de juego.