“Durante todo este año hemos tenido unas Urgencias colapsadas y con un número de pacientes por médico bastante elevado. Los residentes de primer año se supone que no pueden dar altas solos y deben tener una supervisión directa, pues bien, esto realmente no se cumple en ningún hospital ni en el Virgen de las Nieves, ni en el PTS (Parque Tecnológico de la Salud”, explica a Consalud José Manuel Díaz, R1 de Neumología del citado centro.
Como otros compañeros del Hospital Virgen de las Nieves y el Campus de Granada, Díaz se suma a la huelga indefinida de mañana, 11 de mayo, para reivindicar una mayor supervisión por parte de los adjuntos y una reestructuración de las guardias en Urgencias. Este MIR declara que “con 20 pacientes en pantalla durante las Urgencias, es difícil que los adjuntos puedan estar con cada uno de los residentes de primer año” así como afirma que “no es culpa de los médicos adjuntos, sino de la falta de personal tanto para atender a los pacientes como para hacerse cargo de los residentes”.
En su experiencia, Díaz se ha visto con sobrecarga de trabajo y “no solo no dar abasto, sino no tener todavía las capacidades necesarias para atender a esos pacientes con seguridad ni el tiempo y dedicación necesarios”. En este sentido, este residente recuerda que el contrato del MIR “es tanto formativo como asistencial y, sin renunciar a la parte asistencial que les corresponde, los residentes ven como la formativa no se está cumpliendo” aunque reconoce que tras unos primeros meses en PTS, centro al que hasta hace un mes estaba fusionado el Virgen de las Nieves, “aquí si se ha cumplido algo más que en PTS el estar supervisado, pero eso no quita que las condiciones sean malísimas”.
"Con 20 pacientes en pantalla durante las Urgencias, es difícil que los adjuntos puedan estar con cada uno de los residentes".
A nivel personal, este R1 de Neumología argumenta que se unió a este movimiento “porque estaba viendo que era una injusticia y creía que teníamos el deber moral de intentar mejorar las condiciones para los futuros residentes”. Esta actividad está suponiendo un esfuerzo extra para estos MIR que continúan su formación a la vez que luchan porque se cumplan sus derechos. “Esto desgasta mucho a nivel físico y emocional porque le estás dedicando tu tiempo de ocio, que de por sí dispones de poco, ya que pasas mucho tiempo en el hospital y tienes guardias, que estudiar y hacer sesiones clínicas y, a esto hay que añadir las horas de reuniones con tus compañeros y los representantes del hospital”.
Asimismo, Diáz admite que “se está llegando a una situación que nadie quería porque al final se crean fricciones entre los compañeros”. Y, ¿esto está creando un mal ambiente en el hospital? Díaz responde que “hay personas que no comparten la necesidad de hacer huelga y hay otras que sí, que entienden perfectamente que se ha llegado a un límite y si realmente queremos una docencia de calidad para los futuros especialistas del hospital hay que cambiar varias cosas porque no se está haciendo una docencia efectiva y, sin ella, la labor asistencial conlleva a riesgos”. Además, este MIR comenta que aunque ha sido preguntado por la huelga no ha recibido presiones por parte del centro.
"No están haciendo una docencia afectiva y, sin ella, la labor asistencial conlleva riesgos".
Otro factor importante en este proceso es cómo afectará la huelga indefinida a los pacientes. Al respecto, Díaz comenta: “No sabemos si desde la gerencia se van a reforzar los turnos de Urgencias. Esto no casa obviamente con el discurso que se ha dado de que los residentes no forman parte de la plantilla de Urgencias y, teóricamente, aunque en una huelga en Urgencias no se puede contratar más personal, si es cierto que los médicos disponibles pueden hacer turnos extra”. Aún está por ver cuáles serán las medias de los hospitales afectados, dado que según este MIR, los residentes suponen el 50 por ciento del personal durante las guardias en fin de semana.
Ante cómo se podría desbloquear esta situación y poner fin a la huelga, Díaz argumenta que sería necesario “un acercamiento de posturas y una voluntad por parte de las gerencias para intentar llegar a un acuerdo”.