El consejero de Salud de la Junta de Andalucía, Jesús Aguirre, anunciaba esta semana el anterior gobierno del PSOE había dejado de contabilizar a más de 500.000 andaluces en las listas de espera. Precisamente este desfase en el número de pacientes ha provocado las acusaciones entre parte de los partidos políticos implicados.
Este miércoles, desde Ciudadanos Andalucía, partido que forma parte del nuevo Ejecutivo andaluz, han exigido al PSOE andaluz que reconozca “sus malas prácticas”, al tiempo que han criticado que recurran al “discurso del miedo” como forma de justificarse. Así se ha expresado Sergio Romero, portavoz de Ciudadanos en el Parlamento de Andalucía.
Sergio Romero (C`s) ha considerado lo sucedido como “uno de los mayores escándalos” en materia sanitaria “de la última década”
Por otra parte, desde la formación naranja han querido eludir su posible responsabilidad alegando que en la pasada legislatura mantenían un acuerdo de investidura y no de Gobierno con el PSOE. De esta manera, ha incidido en que este asunto “era únicamente del PSOE-A” y que “de sus malas prácticas son responsable ellos”.
Romero ha considerado lo sucedido como “uno de los mayores escándalos” en materia sanitaria “de la última década” y que “está fuera de todo límite que se haya jugado con la salud de más de 500.000 personas”. Por todo ello, ha exigido al PSOE-A que “reconozca qué ha hecho, que arrime el hombro y aclaren lo que se ha hecho” porque “hablamos de vidas humanas, no somos números, no se nos puede engañar ni tratar así”.
PSOE: “NO PUEDEN MENTIR”
Tras darse a conocer las cifras, el PSOE de Andalucía se han mostrado especialmente críticos. Antonio Ramírez de Arellano, diputado en el Parlamento andaluz, ha reclamado al Gobierno que “demuestre” los datos ofrecidos porque “en los indicadores de listas de espera, Andalucía tiene mejor promedio que la media nacional”. Así, ha pedido al Ejecutivo que “no pueden mentir o alarmar a la población”.
Por otra parte, se han mostrado escépticos por el anunciado plan de choque de 25 millones de euros para reducir las listas de espera. Han acusado al Gobierno de, por una parte, “inflar las cifras de listas de espera”, de “crear alarma social con un falso problema” y de “anunciar como solución a ese problema la privatización de servicios”. Y es que, según ellos, 15 de los 25 millones del plan de choque “irán destinados a conciertos con la sanidad privada”.