El Gobierno de la Junta de Andalucía ha decidido mantener la denominada como “subasta de medicamentos”. Hablamos de un proceso de selección de fármacos basado en la compra a gran escala de aquellos fármacos que suelen ser más prescritos en el sistema sanitario público y así, ahorrar costes. A grandes rasgos, una media para el ajuste a la baja con los laboratorios que los fabrican. Andalucía se convirtió en diciembre de 2011 en la primera Administración en fijar la adjudicación del suministro de medicamentos de uso extra hospitalario por convocatoria pública.
La subasta de medicamentos entró en vigor en Andalucía de la mano del PSOE y su reversión formaba parte del acuerdo del actual Gobierno andaluz rubricado por el Partido Popular y Ciudadanos. A pesar de que desde el momento de su constitución no se han convocado más licitaciones, la Junta de Andalucía ha aprobado la reforma de la Ley de Farmacia de Andalucía de 2007, con lo cual, se mantiene la subasta de medicamentos. Un movimiento duramente criticado por la industria y por los colegios farmacéuticos que acusan al Ejecutivo regional de incumplir una promesa electoral. Las informaciones que se han ido conociendo en los últimos días han relevado un posible acuerdo entre la Junta de Andalucía y el presidente del Consejo Andaluz de Colegios de Farmacéuticos (Cacof), Antonio Mingorance, para mantener las subastas.
Mingorance es además el vicepresidente de Bidafarma, cooperativa de distribución mayorista de medicamentos de amplia gama con implantación nacional y de capital 100% farmacéutico resultado de la fusión de 12 cooperativas en la que trabaja como gerente de Relaciones Institucionales Manuela Villena López, mujer del actual presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla. Esta compañía se ha hecho con la distribución en Andalucía de la vacuna contra la Covid-19, sin concurso.
A pesar del silencio mantenido estos días por todas las partes implicadas en este supuesto pacto, hoy ElPlural.com ha tenido acceso al documento que destaparía la traición del Cacof a los farmacéuticos andaluces. En este se recoge el plan del Gobierno andaluz y del ente colegial de mantener las subastas de medicamentos. Es necesario recordar que el PP prometió eliminar estas. Una posición por la que Cacof hizo campaña a favor de Moreno y ahora ambos parecen haber olvidado su férrea oposición a este sistema.
El documento se centra en el impacto económico del nuevo sistema de medicamentos en Andalucía y plantea cuatro escenarios posibles derivados de la reforma: máximo, alto, óptimo y bajo. Estos suponen un incremento de los ingresos para la Junta de Andalucía de 250 a 106 millones de euros
El documento se centra en el impacto económico del nuevo sistema de medicamentos en Andalucía y plantea cuatro escenarios posibles derivados de la reforma: máximo, alto, óptimo y bajo. Estos suponen un incremento de los ingresos para la Junta de Andalucía de 250 a 106 millones de euros, pero provocarían un descenso del precio de venta al público en las farmacias entre un 35 y 15%.
En el nivel óptimo se recortaría un 21% el precio a pagar por los clientes lo que reportaría a la Junta unos ingresos de 150 millones de euros. En el documento hecho público por ElPlural.com aparecen dos asteriscos que remiten a la leyenda (no ha sido enviada a los medios) y que indican que el referido nivel óptimo es “aceptable para Cacof”. Una referencia que vendría a confirmar las negociaciones entre Mingorance y la Junta de Andalucía para el mantenimiento de las subastas. Ahora cobran mucho más sentido las entrevistas realizadas por Mingorance en las que, a pesar de mostrar su rechazo a este sistema, aseguraba que se habían producido una serie de mejoras que dejaban “sin argumentos” a los farmacéuticos.
ElPlural.com ha contactado con ambas partes. Desde la Junta aseguran que “no hemos implantado ninguna subasta”, matizando “a corto plazo”. Cacof niega los hechos expuestos afirmando que no han negociado “absolutamente nada con la Junta respecto a la subasta”, negando además conocer la existencia del documento.