Publicado el primer informe de 2023 de vigilancia del Virus de Fiebre del Nilo Occidental

Los muestreos revelan aún una baja densidad de mosquitos transmisores, aunque detectan el inicio de la circulación del virus en una de las zonas controladas

Mosquito virus Nilo Occidental (Foto: EP - JOSEPH HOYT)

El virus del Nilo vuelve y Andalucia, de nuevo, se encuentra en el foco. La Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica de la Consejería de Salud y Consumo ha hecho público el primer informe de la vigilancia entomológica (especies de mosquitos transmisoras y presencia de virus en ellos), en el que se refleja las especies detectadas, su densidad y la presencia del Virus de la Fiebre del Nilo Occidental (FNO) en el sistema de trampeo propio instaurado desde este mes de junio.

La localización de los emplazamientos para las trampas se lleva a cabo en 26 municipios de Andalucía. Por una parte, por estar clasificados como áreas de riesgo alto o moderado. Por otra, por estar para obtener información sobre el progreso del vector en territorios con niveles de riesgo inferiores. El objetivo que se persigue es la detección temprana del aumento de la densidad de mosquitos transmisores y la circulación del virus en los mosquitos para informar a la Administración local. Su finalidad es la de intesificar  las acciones de vigilancia, control y comunicación en su territorio, disminuyendo así las probabilidades de transmisión a humanos.

Los emplazamientos para las trampas se lleva a cabo en 26 municipios andaluces con el fin de una detección temprana

En Andalucía, se realizan más actividades de vigilancia entomológica de mosquitos transmisores del FNO. Cabe destacar la labor de la Estación Biológica de Doñana con 7 estaciones de trampeo en la provincia de Sevilla. Además de la ejecución del Proyecto ARBOPREVENT que incluye 400 puntos de muestreo en las provincias de Sevilla, Huelva y Cádiz.

Asimismo, el Servicio de Control de mosquitos de la Diputación provincial de Huelva cuenta con 23 estaciones de trampeo por esta provincia. Además, esta información se coordina y se integra con otras vigilancias realizadas en los caballos y ave, por las autoridades autonómicas de sanidad animal y fauna silvestre, y con la vigilancia epidemiológica humana. De todas se realiza igualmente su seguimiento desde Salud Pública y Ordenación Farmacéutica.

Las conclusiones del informe muestran que durante el mes de junio las densidades poblacionales de hembras potencialmente transmisoras de Virus del Nilo Occidental son bajas, especialmente la especie 'Culex perexiguus'. Por otro lado, los análisis de PCR a tiempo real realizados a fecha de este informe arrojan ausencia de circulación del virus. No obstante, se ha comunicado la presencia de VNO en una de las muestras de la Estación Biológica de Doñana del proyecto ARBOPREVENT. El perímetro de protección de 1,5 kilómetros circundante a la estación de trampeo engloba a los términos municipales de Los Barrios y Algeciras, en Cádiz.

Estas especies de mosquitos pican en horas que van desde el atardecer hasta el amanecer. Por ello, en las zonas de riesgo, hay que mantener unas medidas preventivas sencillas: uso de ropa adecuada (colores claros y que cubran la mayor parte de la piel), no usar colonias o perfumes intensos, usar repelentes registrados y medidas domésticas (mallas en huecos y ventanas, repelentes, mosquiteras, etc.). Medidad a tener en cuenta, sobre todo, si se pertenece a un grupo población en una situación de inmunidad comprometida.

110 MUNICIPIOS VIGILADOS

Este año, la vigilancia entomológica desarrollada por el Servicio de Salud Ambiental abarcará a 110 municipios andaluces, de los que 39 disponen de nivel de riesgo (NR) 1, 35 de NR 2, 21 de NR 3 y 15 de NR 4. El resto de los municipios andaluces se encuentran en NR 0. El 0 es el nivel de riesgo menos grave y el 5 el más grave.

Las acciones de control, con el objetivo de disminuir el riesgo de salud de la población, variarán en función de los niveles de riesgo. Así, en el nivel 1 se mantendrá, entre otras medidas, comunicación e información a la ciudadanía, y labores de vigilancia tanto en humanos como en animales. En el nivel 2, se establece una vigilancia de la presencia de larvas/adultos en zonas urbanas y en focos de riesgo en zonas rurales transitadas.

Por su parte, en el nivel 3, se intensifica la diagnosis, especialmente en distancias inferiores a 1,5 kilómetros de núcleos urbanos y en zonas rurales transitadas. Y en el nivel 4, se sigue una vigilancia activa humana, además de la participación de un comité técnico para estudiar la situación.

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