Profesionales del Hospital Regional de Málaga han coordinado con éxito el traslado a Barcelona de un paciente pediátrico con soporte extracorpóreo a consecuencia de una grave patología respiratoria. Este se encontraba ingresado en la UCI del Materno Infantil y, una vez pudo ser derivado al Hospital Vall de Hebrón, se procedió a coordinar el operativo, que requirió de una minuciosa planificación.
La unidad de Cuidados Intensivos pediátricos del Hospital Regional de Málaga, ubicada en el Materno Infantil, ha sido la encargada de coordinar el traslado en helicóptero, pionero en España, y en el que han participado una veintena de profesionales del centro. Asimismo, ha sido clave la actuación de la Empresa Pública de Emergencias (EPES) que participó con un equipo móvil de ambulancia y con un helicóptero medicalizado.
El paciente, de tres años y con enfermedad pulmonar crónica, precisa de un complejo trasplante pulmonar
El director de la unidad y de las urgencias de Pediatría del Hospital Regional de Málaga, Guillermo Milano, explica cómo el equipo, en coordinación con el de Barcelona y con el 061, se movilizó en horas para proceder al traslado. “Ha sido el primer traslado en ECMO pediátrico aéreo en Andalucía y el primero nacional pediátrico en helicóptero. El equipo lo ha constituido un intensivista pediátrico, una enfermera de la UCI de pediatría, un perfusionista y un cirujano cardiovascular, además del equipo propio del helicóptero”, apunta.
El paciente, de tres años y con enfermedad pulmonar crónica, precisa de un complejo trasplante pulmonar que debe realizarse en el Hospital Vall de Hebrón. El jefe de sección de la UCI de Pediatría del Hospital Regional de Málaga, José Camacho, explica que “la única opción para el traslado era iniciar terapia ECMO, es decir, un soporte de pulmón y corazón artificial”. Esta técnica suplanta temporalmente la función del corazón y los pulmones, manteniendo la circulación de la sangre y la presencia de oxígeno en el cuerpo.
“Ha sido un reto para nosotros, no sólo para los que nos montamos en el helicóptero, sino para todos, ha sido una experiencia gratificante”
El intensivista Antonio Morales, explica cómo el traslado ha supuesto un antes y un después para la unidad del Materno Infantil. “Ha sido un reto para nosotros, no sólo para los que nos montamos en el helicóptero, sino para todos, ha sido una experiencia gratificante, pero muy intensa por la complejidad del caso” explica el médico. “La ECMO es el último recurso en pacientes con patología cardíaca o respiratoria grave, la gestión de los tiempos es muy importante, no podemos correr riesgos innecesarios”, apunta, al tiempo que manifiesta la importancia de la experiencia previa del equipo en traslados ECMO terrestres.
La enfermera Cristina Arcos recuerda cada paso dado en la operación, que requirió, asimismo, de cinco movimientos del paciente para su traslado, lo que incrementó la complejidad de su atención y cuidados: de la cama de la UCI a la camilla, de la camilla a la ambulancia, de la ambulancia al helicóptero, del helicóptero a la camilla de la ambulancia y, de esta, a la del centro. “Que todos fuesen exitosos fue un reto y que el paciente llegase en circunstancias óptimas, un orgullo”, explica la enfermera de críticos, que relata el trabajo de los días y horas previas de todo el equipo estudiando cómo ejecutar un traslado de estas características.
En los mismos términos se expresa el perfusionista Juan Carlos Santos, que explica que el día previo al traslado, el jueves 30, se desplazaron para ver in situ el helicóptero. “Este caso ha requerido de mucha planificación. Antes vimos cómo hacerlo, dónde ponerlo, nuestra disposición en el interior del helicóptero: no se podía improvisar”, señala.
TRASLADO DEL PACIENTE
El vuelo, que partió del helipuerto del Hospital Virgen de la Victoria de Málaga, tuvo una duración inicial de una hora y cincuenta minutos. Pasado este tiempo, pararon a repostar en Alicante, donde reanudaron el vuelo a la media hora. La segunda parte del viaje, hasta Barcelona, tuvo la misma duración que el primer trayecto.
“De Málaga a Alicante alcanzamos los 5.000 pies, aunque más tarde nos mantuvimos a 1.500. Dependiendo de la altura puede aumentar o disminuir la oxigenación del paciente, por lo que hicimos 8 analíticas desde que salimos y hasta que llegamos para ver si era necesario variar los parámetros ventilatorios”, explica el perfusionista, que relata cómo este caso ha permitido dar una segunda oportunidad al pequeño.