En el Día Mundial de la Lucha contra el Sida que se celebra este viernes 1 de diciembre la Junta de Andalucía ha presentado el Plan Andaluz de ITS, VIH y SIDA 2023-2030 (Patsida). Una estrategia autonómica que contempla medidas destinadas a reducir la "estigmatización" asociada a enfermedades de transmisión sexual, así como en incidir en la prevención y la formación al ciudadano acerca de estas patologías. Afortunadamente, en la actualidad la incidencia negativa del sida nada tiene que ver con tiempos pretéritos, y su tratamiento permite a los afectados llevar una vida casi plenamente normalizada.
Según las últimas estimaciones realizadas por el Ministerio de Sanidad en colaboración con el Instituto de Salud Carlos III,el 96,6% de las personas que viven con el VIH en España está recibiendo tratamiento antirretroviral y el 90,4% tiene la carga viral suprimida. Igualmente, la cifra de personas con VIH no diagnosticadas en nuestro país se ha reducido casi a la mitad en los últimos cuatro años: del 13% al 7,5%. Esta evolución sitúa la tasa de personas diagnosticadas de VIH en el 92,5% y posiciona a España en el camino para alcanzar el objetivo del 95% fijado para en la Agenda 2030 de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Todavía “cuesta hablar con normalidad del VIH”, pues trae asociado mucho desconocimiento y prejuicios por parte de la sociedad
Sin embargo, tal y como nos traslada a ConSalud.es el director de Patsida, Javier de la Torre, “no conviene bajar la guardia”. Razón por la que el nuevo plan andaluz plantea un amplio campo de actuación con medidas para orientar la organización de los servicios sanitarios y sociosanitarios hacia la “promoción de la salud y la prevención del VIH y de otras enfermedades ITS, mejorando la calidad y la esperanza de vida de las personas que padecen VIH, previniendo las complicaciones y comorbilidades asociadas al diagnóstico, facilitando el tratamiento, manejo y continuidad asistencial de estas patologías y reduciendo la estigmatización consiguiente a las mismas".
Precisamente, esta estigmatización que viven muchos afectados por VIH es uno de los focos de actuación más relevantes de la estrategia de la Junta. No en vano, todavía “cuesta hablar con normalidad del VIH”, pues trae asociado mucho desconocimiento y prejuicios por parte de la sociedad. “Hemos mejorado mucho respecto a los años 80 o 90, donde el sida era prácticamente una sentencia de muerte. Sin embargo, recientes encuestas indican que hasta un 36% de las personas estarían incomodas si su hijo tuviera un compañero de colegio con VIH; y alrededor de un 20% mostraría inquietud con un colega de trabajo portador del virus”, relata. Una estigmatización que en muchos casos se autoimpone el propio afectado.
“Tenemos que trabajar con los profesionales sanitarios, que muchas veces no están a la última y requieren una formación especializada acerca de la idiosincrasia y el abordaje de estas patologías”
Entre las estrategias a impulsar se encuentra la de “dotar de mayor información a la población general, aprovechando las nuevas tecnologías y redes sociales”, especialmente accesibles a los jóvenes. Más aún, en tiempos donde las “nuevas aplicaciones móviles ponen a nuestro alcance la posibilidad de mantener relaciones sexuales con un amplio y variado número de personas en prácticamente un click”, remarca De la Torre, quien alerta que, a las nuevas tecnologías facilitadoras de una mayor actividad sexual, se une que “muchos adolescentes están dejando de usar preservativo”.
Además de las campañas de información dirigidas al ciudadano, la estrategia global andaluza ahonda en la idea de dotar de una especial formación en el abordaje de las ITS a los propios profesionales del Servicio Andaluz de Salud (SAS). “Tenemos que trabajar con los profesionales sanitarios, que muchas veces no están a la última y requieren una formación especializada acerca de la idiosincrasia y el abordaje de estas patologías”. Igualmente, los ciudadanos han de tener claro que las únicas vías de transmisión del VIH son “el contacto directo con la sangre, a través del semen y el traslado de madre a hijo durante el parto”, indica.
UNA VIDA NORMAL
Los avances en el tratamiento del VIH han llevado a que en la actualidad los afectados puedan disfrutar de una calidad de vida similar a la de cualquier persona. “Un paciente diagnosticado ahora de manera precoz y con los tratamientos de los que disponemos en 2023 tiene una esperanza de vida prácticamente igual a cualquier persona de la población general”, aclara el director del Plan Andaluz de ITS, VIH y SIDA. Precisamente esta nueva realidad ha llevado a la necesidad de redefinir el modelo asistencial más optimo para estas personas, pues “antes era una enfermedad que se manejaba con ingresos en hospitales, y ahora ha pasado a ser una patología de consultas que raramente ingresa”.
La ansiedad y la depresión “subyacen entre un 30% y un 40% de estos casos; y es un asunto muy importante que se va a abordar en el Plan autonómico durante los próximos años”
De la misma manera, la estrategia andaluza frente al sida se ha marcado también el objetivo de desligar a la persona de su enfermedad y abordar el lado humano de esta problemática; para lo que hay que “hablar no sólo del virus, sino también de la calidad de vida de estas personas y de su salud mental”. En esta línea, De la Torre advierte que la ansiedad y la depresión “subyacen entre un 30% y un 40% de estos casos; y es un asunto muy importante que se va a abordar en el Plan autonómico durante los próximos años”. Con todo ello, concluye, “la erradicación del VIH está en manos de todos nosotros y no pararemos de insistir en el uso del preservativo”.