La Atención Primaria es el nivel asistencial que sustenta la pirámide de la sanidad pública. Por ello, al tratarse de la puerta de entrada al sistema, resulta también el ámbito que más padece la sobrecarga asistencial y la falta de recursos para dar respuesta a la creciente demanda de los pacientes. Entre los muchos problemas a los que apuntan los propios médicos de los centros de salud, la pérdida de tiempo asistencial por tener que acometer labores burocráticas y administrativas es uno de los más recurrentes.
De esta manera, en el Pacto de Atención Primaria rubricado entre la Junta de Andalucía y las organizaciones sindicales, el pasado 2 de junio de 2023, se apuntaban diferentes medidas para mejorar las condiciones laborales de los profesionales, así como la calidad de la asistencia a los pacientes andaluces. Entre los puntos recogidos en este documento figuraba el de incorporar 411 administrativos en cada uno de los centros de salud antes del final de 2024, con el fin de liberar de labores burocráticas a los facultativos.
“En el marco del acuerdo de Primaria, negociamos estas 411 plazas de personal administrativo del Grupo C, uno por cada centro de salud de Andalucía”
En este contexto, desde ConSalud.es hemos querido conocer de primera mano si estos profesionales han llegado ya al primer nivel asistencial y si su labor está suponiendo un alivio para los compañeros sanitarios del SAS. “En el marco del acuerdo de Primaria, negociamos estas 411 plazas de personal administrativo del Grupo C, uno por cada centro de salud de Andalucía”, contextualiza el secretario general de la Federación de Sanidad de UGT, Antonio Macías.
El responsable sindical refleja que la idea de incorporar este “personal administrativo de la salud” era ocuparse de tareas no asistenciales que liberen tanto a los sanitarios como a los propios médicos: renovaciones de recetas, trámites de bajas, etc. “Están destinados a facilitarle el trabajo al personal asistencial para que su labor sea lo menos burocrática posible”. Una idea en la que “se llevaba tiempo trabajando” y que desde comienzo de año ha supuesto la llegada de “alrededor de un 50% de los mismos”, aclara.
Desde el sindicato lamentan que se hayan acometido estas contrataciones sin realmente haber asignado todavía unas “tareas específicas”, que sean “las mismas en todos los centros de Atención Primaria”
Sin embargo, Macías apunta a que esta estrategia estaba pendiente de ser desarrollada en una serie de mesas técnicas posteriores que finalmente “nunca llegaron a celebrarse”. Pese a lo cual, la Consejería de Sanidad sí comenzó la contratación de estos efectivos para ir incorporándolos en muchos centros de salud. Esto ha llevado -explica- a que “muchas direcciones de distrito” hayan trasladado a UGT Sanidad sus dudas acerca de “cuáles son los cometidos concretos” de estos nuevos profesionales.
En este sentido, desde el sindicato lamentan que se hayan acometido estas contrataciones sin realmente haber asignado todavía unas “tareas específicas”, que sean “las mismas en todos los centros de Atención Primaria”, a estos administrativos de refuerzo. Una situación que lleva a que cada centro de salud los esté empleando “como buenamente puede”, confiesa el secretario en Sanidad de UGT, quien cree oportuno poder acordar estas funciones con la mayor celeridad posible.
“Que las conozcan ellos -sus funciones-, pero que las tengan claras también la Administración de los centros de salud y el propio personal sanitario que trabaja en ellos"
“Es una pena que una medida de esta enjundia, que podría facilitar o mejorar la Atención Primaria en Andalucía, no se estén llevando a cabo como se debería”, reitera Macías, quien asegura que el incumplimiento de los acuerdos -no sólo este- recogidos en el Pacto de Atención Primaria “no solo perjudica a los profesionales, sino también a la propia ciudadanía.
Por todo ello, en el caso del nuevo personal administrativo de la salud, el responsable sindical llama a definir claramente sus funciones: “Que las conozcan ellos, por supuesto, pero que las tengan claras también la Administración de los centros de salud y el propio personal sanitario que trabaja en ellos, que es el que al final está llamado a verse beneficiado por esta figura de apoyo”. Aun así, es una medida que está todavía dando sus primeros pasos y se está a tiempo de trabajar sobre ella para aprovechar todo su potencial.
“No es una mala idea, ni mucho menos, lo único que hay que hacer es definir muy bien sus competencias, que queden claras y no se solapen con las de ningún otro profesional”
Precisamente, esta figura administrativa es una de las estrategias que también se están barajando desde el Ministerio de Sanidad como medida de refuerzo en la Atención Primaria para paliar la sobrecarga asistencial que padecen los sanitarios. “No es una mala idea, ni mucho menos, lo único que hay que hacer es definir muy bien sus competencias, que queden claras y no se solapen con las de ningún otro profesional”, concluye.