Antonio Mingorance, presidente del Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (Cacof) ha mostrado su “total rechazo”, ante la intención del Gobierno andaluz de poner en marcha las nuevas subastas de medicamentos a través de la modificación de la regulación de las mismas a través de la Ley de Presupuestos. A pesar de su “rechazo visceral”, ha reconocido que los cambios que se han introducido en la normativa han mejorado el modelo anterior dejando “sin argumentos” las críticas que puedan realizar los farmacéuticos. Unas declaraciones realizadas en una entrevista a un medio especializado, sobre las que precisa que se han producido una serie de mejoras en relación a los puntos más críticos de las subastas atendiendo a las demandas históricas de los farmacéuticos.
Estas declaraciones ha levantado ampollas entre el colectivio farmacéutico andaluz que señalan a Mingorance, el Consejo Andaluz de Colegios de Farmacúticos (Cacof) y a Bidafarma, como complices de que vuelvan las nuevas subastas a la Junta de Andalucía, traicionando el sentimiento del colectivo farmacéutico y sus socios.
“Nos han dejado sin argumentos, ya no hay ninguno. Es perverso en cierto modo, está bien pensado”, declara en la citada entrevista señalando como puntos mejorados permitir libertad de elección a los farmacéuticos en los medicamentos a dispensar entre los seleccionados.
Estas declaraciones de Mingorance, realizadas el 10 de diciembre de 2020, contrastan con algunas de las ofrecidas en una entrevista publicada por Diario de Sevilla tres días después (13 de diciembre de 2020). “Nos sentimos discriminados respecto a las farmacias del resto de España”, aseguraba criticando la intención de modificar, pero no de eliminar el actual modelo de subastas para la compra pública de medicamentos.
“Nos han dejado sin argumentos, ya no hay ninguno. Es perverso en cierto modo, está bien pensado”
“Creemos que solo es un maquillaje y que la eliminación de las subastas no se ha llevado a cabo. No es justo ni equitativo. Nos sentimos discriminados del resto de farmacias españolas, al igual que creo que se discrimina a los pacientes andaluces”, declara Mingorance. “Para nosotros la cuestión de fondo es que las subastas sigan en vigor y propicien una vuelta a la situación anterior. No puede ser. Si se dijo que iban a eliminar las subastas, hay que eliminar el artículo de la Ley de Farmacia de Andalucía y eliminar esa posibilidad. Además, si hay un Plan de Genéricos a nivel nacional planteado para obtener una mayor eficiencia en el uso racional de los medicamentos, lo que debemos es ir en sintonía con el resto del país, ¿o vamos a ser en esto diferentes?”, añade.
Critica que el PP utilizase la supresión del modelo de subastas como una promesa electoral que no se ha cumplido. Además, cuestiona el hecho de que se ponga en marcha en Andalucía “habiendo otras comunidades con el mismo signo político que nunca las han propuesto”.
Considera que no se entenderían protestas cuyo origen radicase exclusivamente en motivos económicos, una vez que los estrictamente sanitarios hayan desaparecido. “¿Podemos salir ahora con el tema de las subastas tal y como está la situación económica?”
“Los farmacéuticos hemos estado abiertos a todo, hemos colaborado en esta pandemia, toda la sociedad está ahora sumida en una situación compleja. Vemos las medidas que están tomando los distintos gobiernos autonómicos y ninguna va por este camino. No entiendo que se nos castigue de esta forma. Ha sido un año complicado y extenuante para muchas farmacias”, reprocha explicando que en una región como Andalucñia con un presupuesto por encima de los 40.000 millones de euros, la solución a los problemas económicos “sean las subastas”.
Ha puesto de relieve la sensación de engaño que impregna a los colegios profesionales. “La subasta pone en manos de cuatro o cinco proveedores el suministro de medicamentos esenciales. No entendemos que esto se vea como una solución para los problemas de la sanidad andaluza. No podemos darlo como bueno”, añade manifestando que las motivaciones económicas no son motivo de peso “para poner a nuestras farmacias en esa inequidad respecto al resto de España”.
“Nosotros lo único que queremos es eliminar la subasta tal como se diseñó. Una vez que se elimine, hay un modelo de prestación farmacéutica y para eso está el Consejo Interterritorial en el que se definen las líneas de la política farmacéutica. Y ahí hay margen para la gestión por parte de las Comunidades, pero ninguna ha querido instaurar este sistema”, concluye su entrevista en Diario de Sevilla. Unas declaraciones que llaman la atención respecto a las efectuadas apenas 72 horas antes en las que aseguraba que los farmacéuticos se habían “quedado sin argumentos”.
En este punto retomamos las declaraciones realizadas en la publicación especializada. En estas Mingorance, a pesar de mostrarse “visceralmente en contra”, alude a la responsabilidad con la situación económica del país como consecuencia de la crisis sanitaria. En este contexto considera que no se entenderían protestas cuyo origen radicase exclusivamente en motivos económicos, una vez que los estrictamente sanitarios hayan desaparecido. “¿Podemos salir ahora con el tema de las subastas tal y como está la situación económica?”, se preguntaba.
El sentimiento del colectivo farmacéutico andaluz es que se ha podido llegar a un pacto entre el Gobierno de Andalucía, el Cacof y Bidafarma, seguramente a espaldas de los colegios de farmacéuticos andaluces, para que vuelvan las subastas de medicamentos que tanto han rechazado.