El equipo de cirugía cardiovascular del Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón-Neolaser Cariovascular ha anunciado la implantación del primer marcapasos sin cables de la sanidad privada sevillana.
La paciente que se ha sometido a esta intervención cuenta con 79 años de edad y fue ingresada en el centro hospitalario como consecuencia de una bradicardia sintómática (cuando el corazón late de forma más lenta de lo normal).
"La paciente necesitaba estimulación cardiaca definitiva por un bloqueo cardiaco que padecía desde hace 15 años, fecha en la que se implantó el primer marcapasos, con sus dos cables correspondientes, por la vena subclavia izquierda. Años después desarrolló una infección de la zona, que obligó a la revisión y a la anulación del marcapasos y cables originales, realizándose un implante de un nuevo marcapasos y dos cables por vena subclavia derecha", ha explicado el doctor Manuel Fernández, responsable de la Unidad de Arritmias de Quirónsalud Sagrado Corazón-Neolaser Cardiovascular.
En el ingreso se comprobó que "el segundo marcapasos implantado presentaba una fractura del cable ventricular, lo que obligó a plantear el implante del nuevo sistema de estimulación".
El Micra (marcapasos implantado), es 10 veces menor que un marcapasos convencional
El doctor ha indicado que, mediante el uso de técnicas de imagen, pudieron comprobar que todas las venas superiores del cuerpo (subclavias y vena cava superior), presentaban un significativo estrechamiento. Motivo por el que no se podía realizar la colocación de un nuevo cable a través de ninguna de ellas.
Es por esto que el equipo médico se decantó por la utilización de un sistema de marcapasos sin cables. Este se introduce a través de la vena femoral resolviendo de esta forma los problemas de accesos vasculares de la paciente. Se evitan además nuevas complicaciones derivadas de la presencia de gran cantidad de cables en el árbol vascular (ya que en este caso hubiera sido el quinto).
El Micra (marcapasos implantado), es 10 veces menor que un marcapasos convencional. Pero a diferencia del otro, éste no lleva cables, no requiere cirugía, por lo que se reducen las posibilidades de infecciones.
Un procedimiento que evita que el paciente tenga que llevarlo por debajo de la piel y que cumple con todas las exigencias de un marcapasos
Este se coloca directamente dentro del corazón a través de la vena femoral. Un procedimiento que evita que el paciente tenga que llevarlo por debajo de la piel y que cumple con todas las exigencias de un marcapasos: estimula el corazón eléctricamente, funciona como batería y envía información a los médicos del estado del corazón.
Para su implantación, el quipo liderado por el doctor Migel Ángel Gómez Vidal, ha precisado de una canulación de gran tamaño que se introduce por la ingle por donde se hace llegar el marcapasos al corazón a través de la vena femoral, algo a lo que está habituado su equipo en la cirugía cardiaca transcatéter.
Hasta el momento la única solución con la que contaban los médicos ante este tipo de pacientes era la realización de una incisión de cuatro centímetros por debajo del xifoides (esternón) para llegar directamente al corazón y colocar un marcapasos epicárdico. Un proceso mucho menos doloroso, que reduce el riesgo de infecciones y reduce el tiempo de recuperación gracias al avance de la tecnología.