El Hospital Universitario Virgen Macarena (Sevilla) ha puesto en marcha en el Hospital San Lázaro el primer Laboratorio de Investigación en vivo con el que cuenta Andalucía, para reducir las secuelas del ictus, la esclerosis múltiple y la ELA.
Estas nuevas instalaciones dependen directamente del Servicio de Neurología del Hospital Virgen Macarena. La Fundación Pública Andaluza para la investigación en Salud en Sevilla (Fisevi) ha sido la responsable de la financiación con una cuantía total que asciende a los 98.897 euros.
Se trata de un programa que tiene como objetivo principal la investigación orientada al avance en campos como la fisioterapia, la rehabilitación y la tecnología robótica con la vista puesta en mejorar la calidad de vida de los pacientes con enfermedades neurológicas.
"Aunque en un primer momento se priorizarán proyectos de aquellas enfermedades que suponen un drama social, por sus características discapacitantes, como son el ictus, la Esclerosis Múltiple (EM) y la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA); también este espacio estará abierto a tratar cualquier otra enfermedad neurológica que lo precise", ha expresado Regina Serrano, delegada de Salud.
"Nuestro objetivo consistirá en realizar estudios clínicos en vida real, contando con la opinión de los pacientes y los profesionales que reciben y aplican las técnicas de fisioterapia"
Entre los proyectos que están previstos en el nuevo Laboratorio destaca la búsqueda de resultados concluyentes sobre los beneficios de la fisioterapia en pacientes neurológicos, a modelo de ensayos clínicos médicos.
"Nuestro objetivo consistirá en realizar estudios clínicos en vida real, contando con la opinión de los pacientes y los profesionales que reciben y aplican las técnicas de fisioterapia para definir los mejores tratamientos rehabilitadores". "El laboratorio permitirá a los investigadores utilizar nuevas tecnologías y prototipos robotizados para personalizar los tratamientos de fisioterapia y comprobar los resultados en la salud de los pacientes de manera rigurosa", explica en este sentido Joan Montaner, jefe de Servicio de Neurología del Hospital.
El nuevo espacio (140 metros cuadrados) ha sido diseñado de acuerdo al modelo Living Lab. A través de este los investigadores y especialistas centran su estudio en el paciente, apoyándose en la innovación trabajando además sobre un escenario con pruebas reales.
Se realizarán investigaciones y estudios de validación de las distintas tecnologías aplicadas a la rehabilitación y a la fisioterapia neurológica. Gracias a los resultados obtenidos y a la evaluación continua de los dispositivos por parte de los pacientes y de los profesionales, se permitirán los avances en el ámbito de la tecnología aplicada a técnicas de fisioterapia y rehabilitación en pacientes con enfermedades neurológicas.
"Desde el Neurolab y con técnicas avanzadas de tele-fisoterapia podremos relacionarnos con los pacientes que participen en distintos estudios para mejorar su recuperación"
Siguiendo esta línea, uno de los principales objetivos del Laboratorio pasa por la unión de los ingenieros implicados en el desarrollo de tecnología sanitaria, los pacientes, los fisioterapeuta, rehabilitadores y neurólogos, para poder definir cuál es la tecnología que mayores beneficios reporta a la hora de rehabilitar a cada uno de los pacientes que padezcan daño cerebral.
"Desde el Neurolab y con técnicas avanzadas de tele-fisoterapia podremos relacionarnos con los pacientes que participen en distintos estudios para mejorar su recuperación", apunta Montaner.
"Nuestra labor principal en este proyecto, añade, es intentar conseguir que los sistemas de rehabilitación robóticos (SRR) puedan ejecutar un programa de rehabilitación prescrito por profesionales, adaptándose a las necesidades de los pacientes".
El equipo que formará parte del estudio tiene carácter multidisciplinar y cuenta con una amplia experiencia en el tratamiento de las enfermedades neurológicas en todas sus fases.
"En definitiva, añade Montaner, "se trata de que Neurolab sea un espacio, disponible para toda la comunidad científica, pacientes, empresas del sector tecnológico y asociaciones".