Así es el plan pionero de Andalucía para la eliminación de las hepatitis víricas en 2030

La consejera de Salud de Andalucía ha asegurado que este plan es el primero y único en España en el que se engloban todas las hepatitis víricas

Presentación del Plan para mejorar las hepatitis en Andalucía. (Foto: Junta de Andalucía)
Presentación del Plan para mejorar las hepatitis en Andalucía. (Foto: Junta de Andalucía)
Itziar Pintado
2 octubre 2024 | 13:45 h

Andalucía mejorará la gestión de las hepatitis víricas en la comunidad, donde se registraron 621 nuevos casos en 2023. Así lo ha anunciado este miércoles la consejera de Salud y Consumo, Rocío Hernández, coincidiendo con la presentación del Plan Estratégico Andaluz para el Abordaje de las Hepatitis Víricas 2024-2030 (PEAHEP), que fue aprobado el pasado mes de julio por el Consejo de Gobierno, en una jornada celebrada en Sevilla.

Hernández ha resaltado que “este plan es pionero en España, ya que será el primero y el único en el que se engloban todas las hepatitis víricas (VHA, VHB, VHC, VHD y VHE) en una misma estrategia”, y va en línea con los objetivos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de eliminar las hepatitis víricas en 2030.

En esta línea, desde la consejería recuerdan que más de 254 millones de personas están infectadas por el virus de la Hepatitis B (VHB) y 50 millones con el virus de la Hepatitis C (VHC), tal y como reflejan los datos de la OMS. Y dentro de los objetivos de la entidad internacional, esta la eliminación de estas enfermedades en el año 2030, de la Hepatitis B (VHB) y 50 millones con el virus de la Hepatitis C (VHC).

“Se estima que una parte significativa de la población de Andalucía desconoce su infección, lo que contribuye a la transmisión continua y a la progresión de la enfermedad hacia estadios más graves”

Para luchar en esta línea surge el plan andaluz, que tiene como objetivo responder a la alta prevalencia y carga de la enfermedad, aunque “se estima que una parte significativa de la población de Andalucía desconoce su infección, lo que contribuye a la transmisión continua y a la progresión de la enfermedad hacia estadios más graves”, según ha señalado el director general de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica, Jorge del Diego.

También la eficacia de los tratamientos hace posible la buena gestión de estas enfermedades. Los Antivirales de Acción Directa (AAD) para la hepatitis C, las vacunas para la hepatitis A y B, y las estrategias de prevención para la hepatitis E y D, han demostrado ser altamente efectivos, según destaca la consejería. Todos ellos han mejorado la salud de las personas afectadas y han reducido significativamente el riesgo de transmisión.

LAS HEPATITIS VÍRICAS EN ANDALUCÍA

La comunidad detectó un total de 621 casos de hepatitis virales en el año 2023: 72 de hepatitis A; 79 de hepatitis B; 393 de hepatitis C y 77 de otras hepatitis víricas. De estos contagios, 443 se confirmaron en hombres, representando un 71,3% del total, y 178 en mujeres, lo que supone un 28,66%. El grupo de edad más afectado es el de 45 a 65 años para todos los tipos de hepatitis virales entre los hombres, con 251 casos (56,65% del total de casos en hombres); mientras que en las mujeres varía según el tipo, así el contagio de hepatitis A se registró en mayor medida entre los menores de 14 años (con 11 casos en total) y el resto se concentró también en el grupo de 45 a 65 años (seis de hepatitis B, 54 de C y 17 del resto).

La incidencia de la hepatitis A en Andalucía es de 8,4 por cada 100.000 habitantes; de la hepatitis B es de 9,2 por 100.000 habitantes; la tasa de la hepatitis C es de 45,8 por 100.000 habitantes y la del resto de hepatitis virales es de 9 por cada 100.000 habitantes.

UN PLAN CON CINCO LÍNEAS ESTRATÉGICAS Y DOS TRANSVERSALES

El Plan Estratégico Andaluz para el abordaje de las hepatitis víricas 2024-2030 se organiza en cinco líneas estratégicas y dos transversales. La primera línea se enfoca en la promoción de la salud, buscando mejorar las capacidades de la población para adoptar hábitos saludables a través de la educación sanitaria. La segunda línea va encaminada hacia la prevención y el diagnóstico, proponiendo reforzar la inmunización de los grupos de riesgo contra la hepatitis A y B, mejorar la educación preventiva y promover el diagnóstico temprano para detener la transmisión. Un objetivo clave es diagnosticar al 90% de las personas con hepatitis C, con el fin de reducir nuevas infecciones.

Por su parte, la tercera línea aborda la protección de los consumidores al reducir el riesgo de transmisión de hepatitis A y E a través de alimentos contaminados, mientras que la cuarta línea facilita el acceso al tratamiento antiviral y el seguimiento de los diagnosticados con hepatitis B, C y D. También se implementará el diagnóstico en un solo paso para la hepatitis C, con desarrollo en marcha para las hepatitis B y D. La quinta línea busca reforzar la vigilancia epidemiológica para mejorar la detección y el control de casos.

Las dos líneas transversales están dedicadas a la formación de profesionales sanitarios y a la investigación e innovación en el manejo de estas enfermedades.

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