La Unidad de Endoscopia Digestiva del Hospital Regional Universitario de Málaga ha comenzado a aplicar la ablación por radiofrecuencia, también conocida como técnica HALO, en pacientes con esófago de Barret. Se calcula que cada año podrán beneficiarse de este tratamiento alrededor de una treintena de pacientes que evitarán ser intervenidos en quirófano.
Esta técnica, llevada a cabo por profesionales de la Unidad de Gestión Clínica de Aparato Digestivo, permite la resección de lesiones esofágicas con displasia de alto y bajo grado evitando su progresión a malignizarse evitando, además, una intervención quirúrgica. "Esta es capaz de conseguir la eliminación completa del tejido enfermo sin causar daños a las estructuras normales cercanas", explica el facultativo de la unidad Luis Vázquez.
La técnica evitará una treintena de intervenciones quirúrgicas al año
El catéter de ablación HALO consta de un generador de energía y un electrodo bipolar que se localiza en la superficie externa de un balón que se hincha automáticamente según el diámetro del esófago a tratar. El tratamiento se realiza mediante endoscopia digestiva alta sin necesidad de hospitalización ni realización de incisiones. El catéter de ablación se hincha con ayuda de un pedal y al mismo tiempo se libera la radiofrecuencia por el electrodo consiguiéndose la ablación de todo el grosor de la mucosa. "De esta forma se consigue una destrucción de toda la capa epitelial, lámina propia y parte de la lesión sin lesionar la submucosa", agrega el médico.
La recuperación del paciente es más rápida y la tasa de erradicación del esófago de Barret mediante el sistema HALO es de aproximadamente el 80% de los pacientes. Si quedaran áreas residuales de epitelio columnar, el paciente puede volver a someterse a la técnica al cabo de 12 semanas.