Los sucesivos actos de violencia contra sanitarios en Andalucía han sido objetivo de estudio por la Mesa contra las agresiones al personal sanitario en la Subdelegación del Gobierno de Málaga. Al encuentro asistieron colegios profesionales, sindicatos, representantes de la Junta de Andalucía y de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Todos sacaron algo en claro: la necesidad de hacer un frente común.
La Junta de Andalucía propuso trabajar con todos los organismos de la mesa que preside la subdelegada del Gobierno en Málaga, María Gámez, para combatir esta lacra que sufren los profesionales sanitarios.
De este modo, como indica la información publicada por Sur, entre las actuaciones previstas estarían crear un registro común que recoja las agresiones que se produzcan y realizar campañas de prevención tanto en redes sociales como en los centros sanitarios.
"No queremos criminalizar a los ciudadanos, al revés, queremos que sean nuestros aliados"
La delegada territorial de Salud, Ana Isabel González, ha solicitado la colaboración de colegios profesionales, sindicatos e instituciones para que todos dispongan de la misma información y la puedan divulgar a la vez.
"El objetivo es que haya tolerancia cero ante cualquier agresión", ha indicado González, quien ha apuntado que agredir a un profesional sanitario está tipificado como un delito a la autoridad y puede suponer penas de cárcel y multas económicas importantes.
"No queremos criminalizar a los ciudadanos; al revés, queremos que sean nuestros aliados. Al único al que criminalizamos es al que agrede a un sanitario", ha resaltado la delegada de Salud.
ANDALUCÍA LIDERA LAS AGRESIONES A MÉDICOS
Andalucía sigue liderando las agresiones a médicos. De hecho, el último informe del Observatorio Nacional de Agresiones de la Organización Médica Colegial (OMC) presentado en marzo revela que la comunidad lidera la lista con 117 agresiones registradas en 2017.
Según estos datos, alrededor del 22,75 por ciento de los casos de dan en hospitales y centros de salud andaluces, dado que el año pasado se registraron un total de 515 agresiones a sanitarios. Al respecto, la Comunidad ha puesto en marcha medidas como la activación de protocolos para resolver conflictos, la instalación de botones del pánico (aunque no están disponibles en todas las provincias) y el teléfono del médicos quemado.