"El 43% de los niños andaluces no está atendido por pediatras". Son las palabras con las que Leonor Quesada, nueva presidenta de la Asociación Andaluza de Pediatría de Atención Primaria (AndAPap), describe la situación actual de la atención infantil en la región. En una entrevista reciente concedida a ConSalud.es, apunta que entre los principales retos que enfrenta el sector está la preocupante escasez de profesionales, una distribución desigual de los recursos y la falta de reconocimiento de la atención primaria pediátrica.
La falta de pediatras en atención primaria es un problema crónico en España, pero en Andalucía la situación es especialmente grave. "Faltan 450 pediatras", afirma Quesada, subrayando que este déficit afecta principalmente a las zonas rurales, donde la cobertura es mínima. "En toda la provincia de Huelva, por ejemplo, solo hay nueve pediatras en atención primaria", añade.
La consecuencia directa es que muchos niños no reciben atención especializada pediátrica. "Algunos no están atendidos por nadie, otros solo por médicos generales o de familia", lo que compromete la calidad asistencial. Quesada advierte sobre el riesgo de desmantelar el modelo de atención infantil, ampliamente reconocido como el más eficaz en términos de salud pública.
"Depende de tu código postal, tienes mejor o peor cobertura sanitaria"
La inequidad en la distribución de pediatras es otro de los problemas clave. "Depende de tu código postal, tienes mejor o peor cobertura sanitaria", explica Quesada, quien enfatiza que mientras las capitales de provincia y las grandes urbes cuentan con una concentración aceptable de pediatras, las zonas del interior quedan desatendidas. Para solucionar este problema, propone una reestructuración de la distribución de recursos, ya que considera que está desactualizada. "Hay centros de salud en capitales pequeñas con cupos de apenas 500 pacientes, mientras que en otras zonas hay sobrecarga asistencial. Esto hay que reorganizarlo", señala.
“Habría que reestructurar el mapa sanitario”, apunta Quesada. “Los pediatras que tenemos deberíamos repartirlos mejor y acabar con el hospitalcentrismo”, reflexiona. “Aparte de que faltan recursos, los que tenemos se podrían gestionar mejor”, apunta Quesada que añade: “Todos los gestores, los cargos intermedios son profesionales que no saben de pediatría. Tendríamos que tener voz y voto”, reclama.
FALTA DE INCENTIVOS Y CONDICIONES LABORALES PRECARIAS
Uno de los motivos por los que los pediatras evitan la atención primaria es la falta de incentivos profesionales y económicos. "No es que haya pocos pediatras, es que no vienen a primaria porque las condiciones laborales son mucho peores", denuncia Quesada. Los contratos precarios, la ausencia de estabilidad y la escasa valoración dentro del sector sanitario son factores clave en esta problemática.
Además, la pediatría de atención primaria carece de los recursos necesarios. "No tenemos enfermeras. En mi centro somos siete pediatras con cupos de casi mil niños cada uno y solo dos enfermeras para atender a casi 8.000 niños", explica. “La atención primaria aquí en Andalucía es muy del adulto y la pediatría está totalmente relegada: esa es la percepción que tenemos. Cuando faltan enfermeras, son para el adulto”, comenta Quesada que lamenta: “Aquí solo contamos cuando faltamos”.
“Imagínate si la pediatría está desprestigiada, que si falta un pediatra en atención primaria, nuestro trabajo lo puede hacer un médico de familia”
Ante esta situación, la nueva presidenta de AndAPap afirma: “Quiero poner en el mapa la pediatría en Atención Primaria, pero también dentro de la atención primaria con nuestros compañeros, los médicos de familia”. Quesada subraya que "la atención primaria necesita prestigiarse", tanto a nivel profesional como económico. “Imagínate si está desprestigiada, que si falta un pediatra en atención primaria, nuestro trabajo lo puede hacer un médico de familia”, exclama Quesada. “En un hospital no se plantea que vaya un médico de familia si falta un pediatra”, añade. Otra diferencia reseñable es que los pediatras hospitalarios sí pueden dedicar tiempo a la formación e investigación, mientras que en AP, “se nos exige que el tiempo completo se dedique a labores asistenciales”.
La falta de apoyo institucional, la precariedad laboral y la sobrecarga asistencial están llevando a la pediatría de atención primaria a un punto crítico. "Queremos que los pediatras elijan la atención primaria porque quieren, no porque no les quede otra opción", sostiene la presidenta de AndAPap. Quesada también destaca los principales retos asistenciales a los que se enfrenta la pediatría: "Laobesidad infantil y la salud mental son los problemas más preocupantes", que tendrán consecuencias significativas en el futuro. A pesar de los avances en vacunación que han reducido la incidencia de enfermedades infecciosas, los cambios en los hábitos de vida están provocando un incremento alarmante de patologías crónicas y trastornos mentales en la infancia.
Desde la Asociación Andaluza de Pediatría de Atención Primaria se han mantenido numerosas reuniones con la Consejería de Salud y el Servicio Andaluz de Salud (SAS). Sin embargo, según Quesada, las respuestas han sido insuficientes. "Nos marean. Hemos propuesto soluciones, pero no se ejecutan", denuncia. Para mejorar la situación, la asociación ha propuesto la creación de coordinadores de pediatría en atención primaria y una mejor distribución de los profesionales. Sin embargo, a pesar de la buena disposición inicial por parte de la administración, concluye Quesada, "todo sigue igual".