En octubre de 2016, la Junta de Andalucía aprobó el anteproyecto de Ley para la promoción de una vida saludable y una alimentación equilibrada. Un año y tres meses después, el Consejo de Gobierno andaluz ha dado luz verde a este proyecto con el que la Junta prevé frenar la obesidad en esta comunidad, problema que afecta a un 16,6% de la población adulta y al 23% de la infantil.
Los centros educativos y lugares públicos deberán garantizar el acceso gratuito al agua potable a través de fuentes; mientras, los bares y restaurantes deberán ofrecer agua gratuita a sus clientes
Ha sido este martes cuando la consejera de Salud andaluza, Marina Álvarez, ha dado los detalles de esta iniciativa en la que han participado unas 250 personas de diferentes colectivos y que supone un hito al ser la primera comunidad autónoma que va a regular la lucha contra la obesidad con el máximo rango normativo.
Entre las medidas planteadas por Álvarez, destacan la exigencia a los establecimientos de restauración de disponer de menús saludables y de distintos tamaños de raciones; habilitar aparcamientos de bicicletas en trabajos de más de 50 empleados; garantizar el acceso gratuito al agua potable en centros educativos, lugares públicos y centros de ocio infantil, a través de fuentes; o que los bares y restaurantes ofrezcan agua de forma gratuita a sus clientes.
ATENCIÓN SANITARIA INTEGRAL
Para aquellas personas que ya padezcan obesidad, la futura ley les reconocerá el derecho a “una atención sanitaria integral y continuada”. Por su parte, iniciará nuevos planes de formación en esta materia para los profesionales sanitarios y elaborará el Plan Andaluz para la Promoción de la Actividad Física y la Alimentación Saludable.
La Junta plantea que en los centros escolares se dé un mínimo de cinco horas semanales de actividad física; además, se introducirán límites en la publicidad de alimentos y bebidas no alcohólicas dirigidas a menores de 15 años
En el ámbito educativo, la ley indica que los centros docentes deberán establecer que se dé “un mínimo de cinco horas efectivas semanales de actividad física”. Igualmente, se potenciará la elaboración de menús saludables en los comedores escolares así como la participación de los alumnos y profesores en actividades de promoción de hábitos saludables.
Finalmente, desde el punto de vista publicitario, la Junta de Andalucía plantea que se introduzcan limitaciones en la publicidad comercial de alimentos y de bebidas no alcohólicas que son dirigidas a menores de 15 años. El objetivo de esta medida, que sería regulada por el Consejo Audiovisual de Andalucía, es evitar que se incentive el consumo de productos hipercalóricos.
En este caso, el proyecto de ley, que será remitido de manera inmediata al Parlamento de Andalucía, establece que las bebidas y alimentos envasados que se vendan en los centros educativos “no podrán sobrepasar un valor energético de 200 kilocalorías, no tendrán un alto contenido en ácidos grasos saturados, ácidos grasos trans, sal o azúcares o no contendrán cafeína u otras sustancias estimulantes”.