La Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO de Andalucía exige responsabilidades al SAS por su política de personal y los recortes en las plantillas que ya están trascendiendo en la asistencia sanitaria de los centros. Para esta organización sindical son dos las consecuencias directas del despido de 8.000 trabajadores de la Administración sanitaria el pasado 31 de octubre: una “fuga” de profesionales a otras comunidades autónomas y, dentro de Andalucía, un trasvase importante hacia la sanidad privada.
“A Cataluña han emigrado 600 enfermeras de las 1.500 que despidieron y hacia la sanidad privada también se ha derivado un número relevante. Ahora, con la nueva ola de la Covid-19 no se encuentran enfermeras disponibles para contratar y así en casi todas las categorías profesionales del SAS”, advierte la responsable de Acción Sindical de la FSS-CCOO Andalucía, Guadalupe González.
“Se han querido contratar trabajadores y, en la actualidad, no existe disponibilidad, cuando hace menos de 40 días fueron despedidos por no ser necesarios, alegando el propio consejero de Salud que, al estar controlada la pandemia, ya no hacían falta”
Asimismo, la FSS-CCOO Andalucía mantiene que la actividad asistencial también se está resintiendo, por ejemplo, en los casos acaecidos en Málaga, donde hay más de 80 profesionales con Covid-19 o están en aislamiento por un contagio confirmado. “Se han querido contratar trabajadores y, en la actualidad, no existe disponibilidad, cuando hace menos de 40 días fueron despedidos por no ser necesarios, alegando el propio consejero de Salud que, al estar controlada la pandemia, ya no hacían falta”, señala la dirigente sindical, que recuerda que “esta deficiente previsión” ya la anunció CCOO en octubre y, por ello, convocó movilizaciones que continuarán con una concentración el 14 de diciembre ante los Servicios Centrales del SAS, en Sevilla, a las 11:00 horas.
“No sólo es el caso de Málaga, también ha disminuido el número de rastreadores en Andalucía y, los que hay a día de hoy, son insuficientes para poder realizar la labor tan importante como es el estudio de los contactos para cortar la trasmisión del virus. Estos rastreadores, cuya actividad es llevada a cabo por enfermeras y otras categorías sanitarias, han sido imprescindibles para controlar las vías de contagio y ahora están desbordados al haber disminuido su número en torno a un 20%", sostiene González.
"Con el agravante de que en esta ola el grueso de la atención está recayendo en Atención Primaria, al ser la patología menos grave gracias a la vacunación"
Todo ello supone, para CCOO, una sobrecarga añadida en los centros de salud, con la situación tan complicada que ha vivido y sigue viviendo la Atención Primaria en Andalucía. "Con el agravante de que en esta ola el grueso de la atención está recayendo en Atención Primaria, al ser la patología menos grave gracias a la vacunación", añade la líder sindical.