Este lunes, el secretario general del Sindicato de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO de Málaga, Rafael González, y la responsable de Salud Laboral en la Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de la organización sindical de Andalucía, Rosa Mª Martín, han presentado un informe sobre las agresiones que han sufrido entre los años 2007 y 2018 los profesionales sanitarios del Servicio Andaluz de Salud (SAS).
Estas cifras pertenecen al Registro Informatizado de Agresiones (RIA y con este estudio el sindicato quiere poner el foco en el elevado número de agresiones, el caso concreto de Málaga, que lidera las agresiones, y plantea 15 propuestas para paliar o erradicar esta situación en la medida de lo posible. A su vez, CCOO insta a la Junta de Andalucía que apruebe de forma urgente un "plan de choque" similar al que la nueva administración ha puesto en marcha contra las listas de espera.
Según se desprende del informe, las agresiones a profesionales sanitarios siguen creciendo año tras año. En concreto, González ha resaltado que en el caso de Málaga en el 2018 ha rebasado por primera vez las 300 agresiones, y en cuanto a la tasa de agresiones en relación al número de trabajadores, esta provincia, con un 5%, dobla la media de Andalucía, situada en un 2,7%.
Málaga lidera las listas de agresiones tanto físicas, con un total de 81, como verbales, que han sumado 228
A su vez, el líder sindical ha criticado que Málaga lidera las listas de agresiones tanto físicas, con un total de 81, como verbales, que han sumado 228. En Andalucía, este informe confirma que con el comienzo de los recortes aumentó la presión asistencial y, por tanto, ha sido un factor desencadenante del aumento de las agresiones. Ha alcanzado la cifra récord de toda la serie analizada en 2018 con 1.243.
Las agresiones diarias que se producen en el ámbito territorial de Andalucía es un dato preocupante. Cada día más de dos profesionales del SAS sufre una agresión (2,49). Este informe también afirma que el 11% de este colectivo ha sufrido agresión en los últimos 12 años.
Por provincias, Málaga es la que ha sufrido un mayor número de agresiones, al relacionar el número de agresiones con la plantilla, de la que un 14,98% ha sufrido algún tipo de agresión en los 12 años analizados. Dato que puede apoyar la infradotación que tiene esta provincia y que ya se ha denunciado en numerosas ocasiones desde CCOO. Puesto que la sobrecarga asistencial es el primer factor de riesgo en las agresiones al personal sanitario.
Málaga es también la provincia que presenta los casos más graves de agresiones como son las agresiones físicas, con 659 agresiones físicas en doce años, en 2018 al producirse en Málaga casi el 25,74% de todas las agresiones físicas llevadas a cabo contra el personal sanitario en Andalucía. También en Málaga se dobla la media de Andalucía en cuanto a las agresiones físicas en relación al número de trabajadores
Por su parte, Martín ha presentado un total de 15 propuestas que defiende esta organización sindical para intentar paliar esta situación. Entre ellas destaca realizar un mapa de riesgos de agresiones, un estudio comparativo sobre la efectividad de las distintas medidas preventivas que se implantan en las unidades de los centros, establecer grupos de trabajo donde se les dé participación a los profesionales, valorar el riesgo de agresión en las evaluaciones de riesgos de los puestos de trabajo, realizar un estudio epidemiológico sobre el comportamiento de los usuarios con respecto a la transmisión de las agresiones.
En los servicios donde se acumulan más casos de agresiones, como las Urgencias y las consultas de Atención Primaria, tiene que estar la plantilla cubierta al 100%
Estas acciones deben de estar coordinadas bajo un foro que se abra a experiencias y acciones efectivas realizadas en otros sectores, comunidades, expertos que participen con sus nuevos conocimientos que lleven a disminuir las agresiones. Para ello, se considera necesario la constitución de un Observatorio de Agresiones compuesto por todas las partes implicadas para analizar y evaluar los motivos de las agresiones e implantar medidas reales y efectivas que hagan disminuir esta oleada de intimidación.
El sindicato también apuesta por la creación de la figura de mediador social y educado, así como por la integración de los trabajadores sociales. A su vez, potenciar la figura del interlocutor policial entre las fuerzas de seguridad del estado y los profesionales. Además de todas estas medidas preventivas, también de forma específica en los centros sanitarios catalogados como más conflictivos, deberán tomarse medidas pasivas de protección de tipo arquitectónico y medidas activas de vigilancia y de seguridad.
Otra de las propuestas que defiende esta organización sindical es que en los servicios donde se acumulan más casos de agresiones como las Urgencias y las consultas de Atención Primaria, tiene que estar la plantilla cubierta al 100%, y a su vez demanda a las autoridades sanitarias que realicen una campaña de concienciaron dirigida a la población, destacando la labor de los profesionales, para recuperar su dignidad y respeto.