El Consejo Andaluz de Enfermería (CAE) ha manifestado su rechazo a eliminar el requisito de nacionalidad comunitaria del Estatuto Marco para ejercer en el Servicio Andaluz de Salud (SAS). Indican que se trata de una medida, con carácter excepcional, que la Junta de Andalucía adoptó a finales de 2023, y que no debería prolongarse ni convertirse en una actuación rutinaria y que ha expresado que prevé prorrogar durante 2025.
“Desde el CAE lamentamos que la Junta de Andalucía acabe normalizando una vez más, una excepción a la norma, el Estatuto Marco, sobre todo en lo que se refiere al requisito de nacionalidad comunitaria para poder ejercer en el SAS”, indican desde el Consejo. Señalan que según la propia Junta de Andalucía, el mantenimiento de esta medida viene justificada por la escasez o falta de determinados profesionales, lo que obliga a traer profesionales extracomunitarios para dar respuesta a las necesidades asistenciales.
La organización colegial andaluza argumenta que los profesionales de enfermería de Andalucía, año tras año, se ven forzados a emigrar y salir de Andalucía en busca de mejores oportunidades profesionales y de una estabilidad laboral, que la administración autonómica ya debería garantizar y no recurrir en cambio a la contratación de profesionales extracomunitarios. En los últimos 4 años, según datos del Consejo Andaluz de Enfermería, se estima que en torno a un 60% de los graduados en ese tiempo, se han visto obligados a marcharse a otras comunidades autónomas de España y a otros países, lo que se traduce en una fuga importante de talento.
En los últimos 4 años el 60% de los graduados se han marchado a otras CC.AA o a otros países
“La solución pasaría por la búsqueda de contratos de calidad y que garanticen el número suficiente de enfermeras y enfermeros, para dar cobertura a una población cada vez más envejecida, con necesidades de atención y cuidados cada vez más específicos, para lo que las enfermeras andaluzas están más que cualificadas”, señalan desde el CAE, que insta al SAS a evitar la fuga de nuestros profesionales, poniendo sobre la mesa, las medidas necesarias.
La sobrecarga de trabajo es una de las cuestiones que se dan con mayor frecuencia entre los profesionales de enfermería. Son muchos los casos, en los que se ven obligados a asumir contratos temporales, de interinidad, de corta duración, jornadas reducidas, duras condiciones laborales, sumado al poco reconocimiento del trabajo que están realizando. La fuga se produce hacia comunidades como Navarra, Madrid, Cataluña o las Islas Baleares, en busca de estabilidad laboral y profesional, así como posibilidades de investigación y promoción, que por falta de tiempo “no pueden asumir”.
El CAE señala que la sobrecarga laboral debería ser algo excepcional, y que las duras condiciones laborales que se dan en Andalucía, afectan a todos los profesionales que trabajan en el SAS, tanto a nacionales como a extranjeros, algo que deja a nuestra comunidad a la cola de las demás comunidades autónomas en cuando el desarrollo profesional y la estabilidad laboral.
FUGA DE TALENTO DE ENFERMERÍA
Sólo el año pasado, 1.200 enfermeras andaluzas solicitaron la baja por traslado a otras comunidades autónomas. “Esta situación se solventaría con unas condiciones laborales estables y dignas, que impedirían la fuga de nuestros profesionales altamente capacitados y formados, fuera de nuestra comunidad”, sostienen desde el Consejo. Sólo durante los primeros cinco meses del año 2024, hasta 1.524 egresados han dejado Andalucía, igualando el número de profesionales que han completado su formación en la comunidad.
“Producimos y exportamos profesionales muy preparados y capacitados que hacen falta en nuestros centros asistenciales, al servicio de nuestros pacientes”, aseveran. “Hacemos una importantísima inversión en formación e investigación, basándonos en criterios de excelencia, para que suponga un alto coste que les siga obligando a salir fuera de Andalucía y de España”, añade el comunicado.
Desde el CAE instan al SAS a establecer unas condiciones de trabajo dignas y estables como solución a los problemas de precariedad laboral de la profesión enfermera en Andalucía, y no a buscar alternativas como la normalización de una excepción como es la contratación de extracomunitarios, que en ningún caso beneficia a la profesión enfermera ni a la población andaluza.