Los Colegios de Médicos andaluces han hecho balance de los datos de agresiones registrados en su Comunidad autónoma, coincidiendo con el Día Europeo contra lasAgresiones a Médicos y Profesionales Sanitarios, celebrado este jueves. Los resultados correspondientes a 2019 arrojan un incremento de 46 nuevos casos frente a los registrados el año anterior. De los 124 contabilizados en 2018 124 se ha pasado a 170, lo que equivale a un incremento del 37%.
El aumento se observa especialmente en las provincias de Cádiz y Málaga con 49 y 45 casos, respectivamente. Le siguen Sevilla con 32 agresiones, Almería y Granada,12; Huelva, 10; y Jaén, 6, mientras que en Córdoba se contabilizaron 4 actos de violencia contra estos profesionales.
REFORMAS LEGISLATIVAS
El Consejo Andaluz de Colegios de Médicos viene insistiendo en la necesidad de realizar determinadas modificaciones legislativas que considera necesarias en la lucha contra esta lacra.
Desde el CACM se insiste en una Ley de Autoridad Pública del médico como ya existe en otras CCAA
Lo que solicita, en concreto, es un incremento de las penas de los agresores, volviendo a penalizar las injurias y vejaciones leves, el establecimiento de un sistema de sanciones administrativas a los agresores, como puede ser el desplazamiento a otros centros de salud, y la publicación de una Ley de Autoridad Pública del médico en ejercicio de sus funciones como ya existe en otras comunidades autónomas.
Asimismo, desde el CACM se recuerda a los profesionales sanitarios la importancia de que denuncien cualquier agresión. En este sentido, la corporación médica andaluza se pone a disposición, con todos sus medios, de todos los médicos en la lucha contra esta lacra.
Otra de las acciones emprendidas por el CACM, junto con otras entidades, es el desarrollo del “Plan de Prevención y Atención de agresiones para profesionales de sistema sanitario público andaluz” promovido por la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía. La principal novedad de dicho plan consiste en un programa especial de acompañamiento al profesional agredido y un profesional en cada centro con formación específica que ejercerá como guía en la prevención de agresiones y actuación ante las mismas.