La propuesta del Servicio Andaluz de Salud (SAS) de devolver el 5% de la facturación en genéricos de las farmacias andaluzas y el 10% de la facturación en genéricos de los laboratorios farmacéuticos ha generado un intenso debate en el sector. Si bien se presenta como una medida para incentivar el uso de genéricos y aliviar el bolsillo de los consumidores, un análisis más profundo revela que esconde más sombras que luces.
Esta medida podría tener un impacto negativo en las farmacias pequeñas. Asumir este costo podría ser difícil para ellas, especialmente en un contexto económico desafiante, y podría incluso llevar al cierre de algunas. Esto afectaría negativamente la capilaridad del sistema sanitario, especialmente en zonas rurales o con baja densidad de población, cuya facturación es muy dependiente de los medicamentos genéricos que dispensa la oficina de farmacia.
No está muy claro si la propuesta ha partido desde el SAS o ha sido una iniciativa del presidente de Bidafarma o de los dos; lo cierto es que no es la primera vez que el máximo ejecutivo de Bidafarma y presidente del Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CACOF), Antonio Mingorance, plantea una propuesta de este tipo para intentar aumentar su influencia y participación de mercado en Andalucía.
"No es la primera vez que Mingorance plantea una propuesta de este tipo para intentar aumentar su influencia y participación de mercado en Andalucía"
En 2020 el gobierno de Andalucía, presidido por Juan Manuel Moreno, propuso mantener la subasta de medicamentos, que él mismo había criticado cuando estaba en la oposición. La fuerte presión de farmacéuticos, médicos y empresas de genéricos, hizo rectificar y puso fin a esta propuesta, que contaba con el apoyo de Antonio Mingorance, con el argumento de que la eliminación de las subastas de medicamentos estaba en su programa electoral.
Esta nueva propuesta podría distorsionar el mercado farmacéutico, creando una competencia artificial entre las farmacias. Podría llevar, por tanto, a una guerra de precios que no beneficia ni a los fabricantes, ni a las farmacias, ni a los consumidores ni a la sostenibilidad del sistema sanitario. Además, la viabilidad económica del proyecto a largo plazo es incierta.
"Esta nueva propuesta podría distorsionar el mercado farmacéutico, creando una competencia artificial entre las farmacias"
Lo cierto es que una vez más Mingorance vuelve a enfangar el mercado de genéricos de Andalucía en su propio beneficio, poniendo a toda su red de ventas al servicio de este proyecto. Según ha podido saber ConSalud.es los delegados de venta de Bidafarma están recomendando a las farmacias acogerse a la propuesta del SAS de devolver el 5% de la facturación de los medicamentos genéricos. Aunque todo parece indicar que los ocho presidentes de colegios de farmacéuticos de Andalucía (pertenecientes al CACOF) apoyan a su presidente, de momento las farmacias de Sevilla han votado en contra de esta medida y todo apunta a que el resto de las farmacias andaluzas van a rechazar la propuesta del SAS y Mingorance.
Si bien la búsqueda de soluciones para incentivar el uso de genéricos es válida, aunque prácticamente todas las recetas en Andalucía se hacen por principio activo y no por nombre comercial, la propuesta de Mingorance presenta serios riesgos y no es la mejor alternativa. Es necesario un debate abierto y profundo que sopese las diferentes opciones y busque soluciones sostenibles que beneficien al conjunto del sistema sanitario y a los ciudadanos.
En definitiva, la devolución del 5% de las farmacias y el 10% de los fabricantes de genéricos no es la panacea que algunos pretenden. Es un espejismo que esconde riesgos para la viabilidad de muchas farmacias andaluzas y puede suponer tan solo un ahorro del 0,2% del presupuesto total del SAS para 2024.