El 25 de junio de 2021, entraba en vigor en España la Ley Orgánica de Regulación de la Eutanasia. La aprobación de esta ley, convertía a nuestro país en el sexto del mundo en regular la eutanasia como un derecho que permite a los pacientes con enfermedades graves o incurables, poner fin a su vida si así lo desean y bajo supervisión médica.
Ante esta práctica, el Consejo Andaluz de Colegios de Médicos (CACM) ha querido emitir un comunicado para manifestar su posición y aclarar que "la eutanasia no debe ser considerada sensu estricto como un acto médico".
Desde el CACM insisten en que la eutanasia "es un acto fuera de la medicina, que busca deliberadamente producir la muerte como un acto finalista y que ha sido rechazado por la Medicina y los médicos siempre y en todo momento, desde el Juramento Hipocrático hasta las recientes declaraciones sobre la Asociación Médica Mundial".
"Defendemos que el acto médico siga siendo la acción de curar, mejorar y aliviar"
Al hilo, el Consejo defiende que esta práctica "violenta la tradición milenaria de la deontología médica que rechaza siempre hacer el mal", bajo la locución latina primum non nocere. Con este fin, la profesión promueve "que el médico intente la curación o mejoría del paciente siempre que sea posible", y cuando ya no lo sea "permanece la obligación de aplicar las medidas adecuadas para conseguir su bienestar".
"Defendemos que el acto médico siga siendo la acción de curar, mejorar y aliviar; cuando esto no sea posible, acompañar, eliminar el dolor y el sufrimiento, y procurar bienestar y dignidad en el momento final de la vida de nuestros pacientes", apostilla el CACM.
En este sentido, los médicos andaluces entienden que "la eutanasia ni es, ni será nunca un acto médico, por ser contraria a los valores y principios más esenciales de la profesión médica, que está indisolublemente ligada a la protección de la salud, la integridad y la vida de los pacientes, y nunca a acabar con ella".