La Junta de Andalucía impulsará el Plan Andaluz de Atención al Ictus, que prevé la mejora de los recursos asistenciales en beneficio de los pacientes que sufren esta patología, así como la implantación progresiva de la teleasistencia. El consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre, ha presentado al Consejo de Gobierno este plan, aprobado hace más de una década pero apenas desarrollado hasta el momento.
El Gobierno andaluz iniciará en 2019 las obras para la construcción de cinco nuevas unidades de ictus en el Hospital Universitario Virgen de Valme (Sevilla), el Hospital Universitario de Jerez, el Hospital Punta Europa (Algeciras), el Hospital Universitario Virgen de la Victoria (Málaga) y el Hospital San Cecilio (Granada).
El objetivo es que para 2020 la comunidad autónoma cuente con 84 camas en las unidades de ictus, lo que la posicionaría entre las mejores regiones del país y de Europa en la atención a este problema de salud.
Este programa de teleasistencia será fundamental para facilitar un diagnóstico rápido y estará dotado con 200.000 euros en los presupuestos de 2019
El impulso al programa de atención a personas con ictus supone el despegue este año de un modo total el sistema Tele-Ictus, que consistirá en la activación de una red de 27 centros conectados a este programa de teleasistencia y en la creación de un ‘pool’ de unos quince neurólogos vasculares de guardia localizable, que ya se ha comenzado a probar en las provincias de Sevilla y Huelva.
Este programa de teleasistencia será fundamental para facilitar un diagnóstico rápido y estará dotado con 200.000 euros en los presupuestos de 2019. La mayor partida para el desarrollo del Plan Andaluz de Atención al Ictus se destinará en 2020, cuando el Gobierno andaluz aporte cuatro millones de euros al programa.
Otra de las novedades es la implantación progresiva en todo el territorio andaluz del Código Ictus, que incorporará avances logísticos y de trasporte sanitario y mejorará los tiempos actuales relativos al inicio de los tratamientos. Para ello, será decisiva la creación del Centro Andaluz de Tele-Ictus (CATI). “La expansión del Código Ictus a todos los rincones de Andalucía supondrá un aumento de los pacientes que se recuperarán al cien por cien de este problema de salud, cuando antes pasaban a ser dependientes”, señalan desde el gobierno regional.
Otra de las novedades es la implantación progresiva en todo el territorio andaluz del Código Ictus, que incorporará avances logísticos y de trasporte sanitario y mejorará los tiempos actuales relativos al inicio de los tratamientos
El óptimo funcionamiento del Código Ictus depende en gran medida del conocimiento por parte de los profesionales implicados de los síntomas sugestivos de ictus y las escalas neurológicas básicas, los criterios de activación del Código Ictus y los protocolos establecidos. Para ello, la Consejería de Salud y Familias elaborará un plan de formación, al considerar que también es necesario que la ciudadanía sepa identificar los signos y síntomas de un ictus, para que pueda actuar lo antes posible.
En los próximos meses la Junta desarrollará campañas informativas sobre la identificación de un ictus y cómo actuar. El ictus es un accidente cerebrovascular que representa un importante problema de salud. “A pesar de ser potencialmente evitable y de los enormes avances conseguidos, Andalucía continúa registrando las tasas de mortalidad más elevadas del país debido a la pésima situación de partida desde hace unas décadas, y al hecho de que el ictus siga siendo la primera causa de muerte en las mujeres andaluzas”, subrayan desde la Consejería.