El Consejo de Gobierno ha tomado conocimiento de la nueva Estrategia de Investigación e Innovación (I+i)en Salud de Andalucía para el cuatrienio 2020-2023. Esta iniciativa pretende ser el elemento guía que oriente y ordene el desarrollo y generación del conocimiento biomédico y sanitario dentro del servicio de salud público de Andalucía. Asimismo, tratará de dar respuesta a los retos que acontezcan en salud, como la enfermedad por Covid-19.
Esta Estrategia, enmarcada en el Horizonte Europa 2027, al igual que la estrategia de I+D+i de Andalucía 2021-2027 (EIDIA 2021-2027), aprobada en Consejo de Gobierno el pasado mes de marzo, pretende generar los conocimientos que conduzcan y proyecten al servicio de salud andaluz a la medicina del siglo XXI insertándolo como referente indiscutible en el panorama nacional, europeo e internacional. Su principal fin consiste en articular las actuaciones necesarias para potenciar el desarrollo de la investigación y la innovación en salud, lo que incidirá finalmente en beneficio del paciente.
En total son cinco los pilares que enmarcan las líneas maestras de la Estrategia: consolidar el valor de la I+i en salud, por y para la sociedad, mediante el desarrollo de un conocimiento de excelencia; posicionar la Investigación e Innovación de Andalucía a nivel nacional e internacional; estimular y facilitar la colaboración público-privada; favorecer la captación de talento; y, por último, potenciar la I+i en genómica, terapias avanzadas y enfermedades raras junto al desarrollo de la medicina móvil, macrodatos (‘big data’) e inteligencia artificial con el objetivo de avanzar en la medicina personalizada.
La promoción de I+i implica perfeccionar el sistema de I+i actual
Todas estas líneas maestras se articularán en 35 acciones fundamentadas en la promoción de la I+i en el SSPA, en la captación de recursos y en el desarrollo de capital humano para la generación de conocimiento biomédico transnacional.
La promoción de I+i implica perfeccionar el sistema de I+i actual, con especial atención a los grupos e investigadores emergentes, la internacionalización y la investigación basada en macrodatos. Para ello será necesario acompañar esta estrategia con un mejor uso de las tecnologías de la información y la comunicación en investigación, así como de la coordinación de los sistemas de información existentes. Pero también una apuesta decidida por la investigación en red y cooperativa como una opción de llegar a las grandes convocatorias europeas.
Destacable es la captación de recursos que, en coherencia con las nuevas políticas del Gobierno andaluz, promoverá convocatorias y acciones que impliquen la colaboración público-privada. Mención especial merece el desarrollo del capital humano, planteándose el desarrollo de la carrera de investigación biomédica tanto básica como clínica.