Andalucía ha perdido 1.185 enfermeras en un año. Y no porque no las necesite, sino porque las condiciones laborales y salariales dejan mucho que desear en la región, lo cual las lleva a emigrar a otros países o Comunidades Autónomas. Así se desprende de las bajas por traslado (trámite obligatorio para los sanitarios que deciden trabajar en otra provincia o CCAA) registradas por los colegios provinciales andaluces de Enfermería desde junio de 2021 a junio de 2022.
Son las bajas por traslado que han registrado los colegios provinciales andaluces de Enfermería desde junio de 2021 a junio de 2022. Un trámite obligatorio para todo aquel profesional sanitario que decide trabajar en otra provincia o comunidad autónoma.
En Andalucía, la ratio media de enfermeras es de 529 profesionales por cada 100.000 habitantes. Una ratio que queda lejos de la media europea, que está en 827, y de la española, que se sitúa en las 625. Solo Murcia está peor que Andalucía en cuanto a número de enfermeras, con una ratio de 463 por cada 100.000 ciudadanos. Por provincias, las diferencias son aún más marcadas, siendo Almería (481), Málaga (497) y Huelva (499), las regiones con peores ratios. En la otra cara de la moneda, ni siquiera las provincias con mejores ratios superan la media nacional. Estas son Jaén (611), Córdoba (587) y Cádiz (568).
“La competencia en cuanto a la calidad de contratos es algo que se lleva viendo desde hace tiempo y Andalucía no puede competir. Las mejores ofertas en España, siempre llegan de Navarra y País Vasco”, comenta a ConSalud.es el presidente del Consejo Andaluz de Enfermería, José Miguel Carrasco.
En Navarra, la CCAA con mayor número de enfermeras, la ratio está en 926 profesionales cada 100.000, siendo así la única que supera la media europea. No solo los salarios son mejores, con diferencias respecto a Andalucía de entre 700 y 1.000 euros al mes, sino que los contratos que ofrecen son más largos y estables, permitiendo a las enfermeras conciliar, organizarse y ganar en cuanto a calidad de vida.
“Está comprobado mediante estudios que el ratio de profesionales de Enfermería por ciudadano, incide en la mortalidad de la población. La falta de profesionales repercute en las garantías de calidad para la salud de la población”
Y si en España se observan estas diferencias salariales y laborales, en otros países la grieta es aún mayor. Tal y como comentaba a este medio la enfermera andaluza María Díaz de Mayorga, en países como Noruega, donde ella trabaja, puede llegar a cobrar 4.000 euros netos con alquiler, facturas y coche pagados. Un ‘chollo’ que hace que muchas de nuestras profesionales emigren en busca de una vida mejor y una competición en la que Andalucía queda descalificada.
¿QUÉ LE VA A PASAR AL SISTEMA SANITARIO SI NO HAY ENFERMERAS?
Es la pregunta del millón. El presidente del Consejo Andaluz de Enfermería explica que esta situación, además de comprometer la salud mental y física de los sanitarios, un sistema saturado hace mella en la salud de los pacientes. “Está comprobado mediante estudios que el ratio de profesionales de Enfermería por ciudadano, incide en la mortalidad de la población. La falta de profesionales repercute en las garantías de calidad para la salud de la población”.
“Necesitamos que el empleador público de los profesionales (el Servicio Andaluz de Salud) reconozca la calidad profesionales en materia económica, de estabilidad y de condiciones laborales”, insiste el experto. La rotación de contratos producida por la temporalidad también se traduce en que muchas enfermeras tienen que estar cambiando de servicio, hospital o centro en cada contrato. Esto es contraproducente para el buen funcionamiento del sistema, pues “los profesionales necesitan un periodo de rodaje para incorporarse a cada uno de los servicios y toda esa experiencia tiene que empezar de nuevo con cada rotación”.
"Es una pena que estemos formando profesionales de Enfermería especializados y eso no se traduzca en el mercado laboral porque no se convocan plazas de especialistas"
Al hilo, Carrasco pone de manifiesto la “pena” que supone “que estemos formando profesionales de Enfermería especializados y eso no se traduzca en el mercado laboral porque no se convocan plazas de especialistas y se ven abocadas a trabajar como generalistas”. Es decir, Andalucía invierte dinero y recursos humanos para formar especialistas, pero después no los contrata.
Y es que pagar a una enfermera generalista, es más barato para el sistema que pagar a una especialista con más formación. “Se sigue la tónica habitual por parte del empleador, que es hoy estar en quirófano, mañana en UVI, pasado en Urgencias y al otro en consulta”. En otras palabras, se apuesta por la figura de la "enfermera todoterreno".
“Esperemos que Catalina García, que es enfermera, sea sensible a esta problemática de los enfermeros y todos los sanitarios, porque todos estamos dedicados a prestar atención a la ciudadanía. Todos estamos en el mismo barco”, concluye el presidente del Consejo Andaluz de Enfermería, José Miguel Carrasco.