Los montaditos de pringá que causaron intoxicación alimentaria en más de 40 personas el pasado 4 de enero en Córdoba estaban infectados por Clostridium prefingens. Así lo ha confirmado la Delegación Territorial de la Consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía de Córdoba, a través de la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica. En concreto, los montaditos estaban infectados por una concentración de 2,5 por 105 ufc/g de este microorganismo.
Salud ha confirmado la presencia de Clostridium prefingens tras el análisis de las muestras tomadas del alimento, procedentes de una taberna del casco histórico que sirvió estos montaditos durante un cumpleaños celebrado a principios de enero. Este patógeno causó la intoxicación alimentaria de 44 comensales y el fallecimiento deuna mujer de 63 años, aunque todavía se desconoce si la muerte está relacionada con la intoxicación. La Junta ha recordado que, "tras la encuesta epidemiológica, el alimento sospechoso de la de toxiinfección alimentaria fue el montadito de pringá, elaborado localmente" en la citada taberna.
"También se localiza en el suelo, en el agua y contaminando los alimentos, cuyo consumo puede causar una enfermedad caracterizada por diarrea y dolor abdominal"
Sobre Clostridium prefingens, Salud ha explicado que se trata de un “microorganismo formador de esporas que se encuentra en el intestino de los seres humanos y de los animales domésticos. También se localiza en el suelo, en el agua y contaminando los alimentos, cuyo consumo puede causar una enfermedad caracterizada por diarrea y dolor abdominal”, que es lo que sufrieron, con síntomas leves, la mayoría de los afectados por la infección alimentaria.
Las toxiinfecciones por Costridium perfringens, según ha explicado la Junta, “se deben a la supervivencia de esporas durante el cocinado de los alimentos (generalmente de origen cárnico) y a su posterior germinación y multiplicación hasta niveles suficientes, debido a una refrigeración inadecuada, producida cuando los alimentos se mantienen durante un tiempo prolongado en el intervalo de 15 a 55 grados”.
DENUNCIA DE FACUA
Por otro lado, Facua Córdoba ha denunciado a los dos hospitales privados de la capital cordobesa, que atendieron a varios de los afectados por la toxiinfección, “por no informar” a la autoridad sanitaria sobre los clientes intoxicados en una taberna de la ciudad tras consumir montaditos de pringá, pues “los incumplimientos de la obligación de alertar” a dicha autoridad “provocaron que la Junta no conociese los hechos hasta que una afectada notificó las intoxicaciones por correo electrónico cinco días después de los primeros ingresos que se produjeron en las urgencias de ambos centros sanitarios”.
Tal y como ha explicado la organización, en sus denuncias señala que “ambos centros y los profesionales sanitarios que atendieron a los intoxicados podrían haber vulnerado la Ley 16/2011, de 23 de diciembre, de Salud Pública de Andalucía”, advirtiendo que esto implicaría “una infracción grave del artículo 105 de dicha ley, al no haber aplicado el protocolo comunicando los datos a las autoridades sanitarias”.
“10-12 de los comensales están con clínica similar”
Además, Facua Córdoba expone que “los informes de alta de urgencias de dos intoxicadas que acudieron al hospital privado San Juan de Dios los días 5 y 8 de enero que habían comido en un restaurante el día 4, pero no incluyen el nombre”. En el primer informe, según Facua, se indica que la afectada relató que “10-12 de los comensales están con clínica similar” y en el segundo que había “familiares en estado similar”.
Por otro lado, desde la asociación han explicado que “familiares de la mujer que falleció en el hospital de la Cruz Roja el 6 de enero, tras su ingreso del día anterior, relatan que expusieron a los médicos que había comido alimentos” del local afectado y que varias personas se habían intoxicado.
Además, el Protocolo de Actuación ante Alerta por Toxi-infección Alimentaria (TIA) de la Consejería de Salud establece que cualquier centro sanitario que atienda a afectados “lo comunicará con urgencia al Epidemiólogo del Distrito”. Según este protocolo, continúa Facua, “esta comunicación debe hacerse en cuanto aparezca un solo caso de intoxicación si existe la implicación de un establecimiento público o un alimento comercializado. Pero según la información difundida públicamente desde la Delegación Territorial de Salud y Consumo de la Junta, no fueron conocedores de las intoxicaciones hasta el 13 de enero”.
RETRASO DE LA JUNTA DE ANDALUCÍA
Desde Facua han afirmado que “el retraso en la actuación de la Junta no estuvo motivado únicamente por el hecho de que los hospitales no le trasladaran la información sobre las intoxicaciones”. “El correo en el que una afectada relataba los hechos fue enviado el día viernes 10 de enero por la tarde a una dirección de correo de la Delegación Territorial de Salud y Consumo que la Junta ofrece en su web para notificar asuntos relacionados con información general de salud pública, pero no fue abierto hasta tres días después. Para colmo, Salud no envió a un inspector al restaurante para recoger muestras hasta el 13”, concluye.