La Consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía está analizando el contexto y las características de las agresiones al personal sanitario en el marco del Plan de Prevención y Atención del Servicio Andaluz de Salud (SAS), que entró en vigor hace dos años tras el acuerdo unánime de la Mesa Sectorial de Sanidad, para encontrar puntos de mejora que redunden en una disminución del total de estos ataques verbales o físicos.
Los datos de registro de agresiones del Servicio Andaluz de Salud (SAS) arrojan una cifra de 898 agresiones entre enero y julio, cifra muy similar a 2019, antes del Covid-19, cuando en el mismo periodo se registraron 902. No obstante, desde la Consejería y el SAS quieren lanzar un mensaje de condena a cualquier agresión: “Un único ataque, sea físico o verbal, ya es bastante para que salten nuestras alarmas. No vamos a parar de idear medidas para acabar con esta lacra que afecta a nuestros profesionales”, ha reafirmado la titular del ramo, Catalina García, quien ha dicho que fue un objetivo marcado desde el inicio de la anterior legislatura: “Desde que llegamos al Gobierno empezamos a trabajar con la Mesa Sectorial para poner en marcha un nuevo plan de agresiones que de verdad diera respuesta a nuestros trabajadores”.
“Desde que llegamos al Gobierno empezamos a trabajar con la Mesa Sectorial para poner en marcha un nuevo plan de agresiones que de verdad diera respuesta a nuestros trabajadores”
Este plan de agresiones incorporó como novedad un programa especial de acompañamiento al profesional agredido y un profesional con formación específica que ejerce como guía en la prevención de agresiones y actuación ante las mismas.
Esta figura del profesional guía tiene el objetivo de acompañar, asesorar en los trámites y dar apoyo al trabajador que sufre una agresión. Cada centro, en función de sus características e incidencia de agresiones, está implantando esta figura.
El plan habilita también canales ágiles y rápidos para que la persona que sufre una agresión ya sea verbal o física, no esté sola momentos después de ser agredida. Además, se facilita atención psicológica durante el tiempo que sea necesario.
El plan habilita también canales ágiles y rápidos para que la persona que sufre una agresión, ya sea verbal o física, no esté sola momentos después de ser agredida
El Plan ha venido también a reforzar las medidas de seguridad en los centros sanitarios y las condiciones de seguridad en los lugares de trabajo. Igualmente, el plan mejora la coordinación entre los interlocutores policiales territoriales sanitarios, los interlocutores sanitarios, los directivos de los centros y las asesorías jurídicas provinciales que también se reforzarán.
El Plan integra las aportaciones de un grupo de trabajo creado por la Consejería de Salud y Consumo y en el que han participado los agentes sociales, asociaciones de pacientes, letrados de la Administración Sanitaria y Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.