Profesionales del Sistema Sanitario Público de Andalucía en general y de la Red de Vigilancia Epidemiológica Andaluza, en particular, siguen monitorizando y controlando en la Comunidad Autónoma la evolución del virus MPOX (monkeypox virus), conocido por desencadenar la enfermedad de viruela del mono.
Científicos de la Plataforma de Medicina Computacional de la Fundación Progreso y Salud han secuenciado 169 muestras del virus cuyo objetivo es determinar sus características, así como posibles relaciones con otras variantes, lo que facilita detectar las cadenas de transmisión y establecer un estudio filogenético. El seguimiento genómico de las muestras resulta crucial desde el punto de vista epidemiológico y así se pone de manifiesto en una reciente publicación científica de los investigadores de esta plataforma andaluza, liderado por Joaquín Dopazo. En el estudio, publicado en HealthScienceReports, los científicos exponen los resultados de su trabajo de análisis y comparación de muestras de la viruela del mono.
En concreto, los científicos han utilizado la secuenciación del genoma completo del virus para obtener los perfiles genómicos de muestras representativas de todas las provincias de Andalucía. Se utilizaron análisis filogenéticos para estudiar la relación entre estas secuencias y las que estaban disponibles a raíz del brote registrado en 2022. Además, el análisis de los genomas de los virus permitió detectar una mutación potencialmente implicada en la posible resistencia a medicamentos en uno de los dos fallecidos a consecuencia del brote.
Los cambios genómicos detectados en este estudio son importantes para evaluar la microevolución del virus circulante, aunque el impacto de estas mutaciones aún es difícil de valorar en el contexto general de la propagación. No obstante, “el esfuerzo que ha realizado Andalucía para poner en marcha el Sistema Integrado de Epidemiología Genómica de Andalucía, (SIEGA), que contempla la vigilancia genómica como medida de control, ha permitido desarrollar una respuesta rápida para seguir la propagación y evolución de la viruela del mono en la región, y contribuir a la vigilancia genómica y al control de las epidemias”.
Pese a que la incidencia se ha reducido de manera drástica desde el brote de 2022 gracias a las recomendaciones sanitarias sobre vacunación que la población ha seguido de forma impecable, entre otras razones, no se puede bajar la guardia ya que el virus sigue presente, lo que exige mantener una sólida vigilancia de la salud pública y medidas de control.
Pese a que la incidencia se ha reducido de manera drástica no se puede bajar la guardia, ya que el virus sigue presente
El Circuito de Vigilancia Genómica de Andalucía se creó a raíz de la COVID-19 para el control genómico y un mayor conocimiento de la enfermedad con el objetivo de frenar la pandemia. Se trata de un circuito estable y bien estructurado puesto en marcha por la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica, con el soporte del Servicio Andaluz de Salud, que permite la identificación y el análisis de las muestras de los pacientes.
Este circuito se enmarca en la integración de la secuenciación genómica como parte de las tareas realizadas por el Sistema de Vigilancia Epidemiológica de Andalucía. Se trata de una red colaborativa para el control epidemiológico de brotes y epidemias que permite conocer cómo se transmiten los microorganismos en Andalucía desde los inicios, cuáles han sido las zonas con un mayor índice de contagio y cómo han influido las medidas sanitarias que se han ido implantado, entre otros aspectos.