Tras una suspensión inicial de las elecciones con motivo de la pandemia del coronavirus y pese a las dudas de última hora debido a la aparición de varios brotes, finalmente los ciudadanos de Galicia y el PaísVasco están citados para ejercer su derecho al voto este domingo, 12 de julio, en las elecciones autonómicas. Más que en anteriores citas electorales, la labor realizada en los últimos años y especialmente en los últimos meses por los consejeros de sanidad se someterá a debate debido al impacto que ha tenido la Covid-19 en España.
Comenzado por la gestión de la pandemia, hay que apuntar que ha tenido distinta incidencia en ambas comunidades autónomas aunque se sitúan en una posición medio-alta, teniendo en cuenta tanto el número de casos totales positivos confirmados como en el número de fallecidos. Además de que País Vasco cuenta con peores registros, tanto en esta comunidad autónoma como en Galicia se dan actualmente algunos de los rebrotes que más preocupan en todo el país.
En provincias como Guipúzcoa, Vizcaya, Álava, Lugo, Pontevedra o A Coruña, un alto porcentaje de los encuestados por el ISCIII refirieron no usar las mascarillas durante la desescalada
En Galicia, el brote de A Mariña ha puesto en duda la celebración de las elecciones por un aumento fugaz de casos en pocos días y por la presión de algunos alcaldes de esta comarca de Lugo. Por su parte, en el País Vasco se han repetido varios rebrotes desde que acabó el estado de alarma: antes del actual de Ordizia (Guipúzcoa), fueron importantes los de los hospitales de Basurto y de Txagorritxu (Vitoria).
Al mismo tiempo, según el informe final del Estudio Nacional de Sero-Epidemiología de la infección por SARS-CoV-2 en España, impulsado por el ISCIII, varias provincias del País Vasco y de Galicia fueron donde los encuestados refirieron usar menos las mascarillas, pese a ser obligatorio. La peor fue Guipúzcoa, donde hasta un 45,5 % de los encuestados afirmaron a finales de junio que no usaban la mascarilla. También mostraron altos porcentajes en Vizcaya (23,4 %), Álava (20 %), Lugo (18,9 %), Pontevedra (15,5 %) o A Coruña (15,1 %).
VÁZQUEZ ALMUIÑA PRESUME DE GESTIÓN, ENTRE POLÉMICAS
El consejero de Sanidad de Galicia, Jesús Vázquez Almuiña, lleva casi cinco años en el cargo, tiempo suficiente para analizar su gestión. En una reciente entrevista para ConSalud.es, subrayó que el prefería ver “el vaso medio lleno” a la hora de hacer balance de lo realizado, despejando así el foco de las críticas recibidas en estos años por colectivos como los profesionales sanitarios o los propios sindicatos.
El consejero gallego defiende haber impulsado las infraestructuras sanitarias y las plantillas; mientras, los sanitarios se quejan de no contar con una jubilación flexible o las 35 horas
A su juicio, se ha dado un impulso importante a las infraestructuras hospitalarias y centros de salud, se ha incrementado la plantilla del Servicio Gallego de Salud y se ha mejorado la estabilidad, se ha iniciado de nuevo la carrera profesional, se han sacado OPEs anuales, han reforzado la Atención Primaria a través de un plan dotado con 102 millones de euros, se ha avanzado en la atención a domicilio o se ha impulsado la atención a la Salud Mental.
Sin embargo, tan surgido importantes polémicas. Las más destacadas fueron la posible implicación de miembros del Sergas con muertes de pacientes con hepatitis C, finalmente archivado; los fallecimientos en los PAC de personas que no recibieron atención; o el cierre y posterior reapertura del paritorio de Verín. Además, han sido numerosas las manifestaciones de los profesionales sanitarios que reclamaban mejoras laborales como la jornada semanal de 35 horas, la implantación de una jubilación flexible o una mejor retribución de las guardias.
Por otra parte, Galicia es la cuarta comunidad autónoma donde menos se espera de media para una intervención quirúrgica (55 días) y también para procesos seleccionados (52 días), según los últimos datos recopilados por el Ministerio de Sanidad a fecha de 31 de diciembre de 2019. Además, el presupuesto sanitario ha pasado de los 3.511 millones de euros en 2016 a los 4.109 en 2020. Pese a ello, la FADSP asegura que entre el 2010 y el 2017 se ha reducido de un 12,85 % a un 12,11 % el presupuesto para Atención Primaria.
MURGA: UN AÑO DE GESTIÓN MARCADO POR LA COVID-19
Por su parte, la consejera de Salud del País Vasco, Nekane Murga, apenas lleva un año y cuatro meses en el cargo, tras sustituir en el puesto a Jon Darpón. En este tiempo, su proyecto para el Departamento de Salud se ha visto truncado por la pandemia del coronavirus. Pese a ello, se considera "satisfecha" por el trabajo realizado y asegura que en el cómputo general sí que ha mejorado Osakidetza desde que asumió el liderazgo de la Consejería.
La OPE de Osakidetza ha sido el principal quebradero de cabeza para la consejera vasca; en su lugar, defiende haber reforzado los ámbitos de la innovación y la investigación sanitaria
En una reciente entrevista para ConSalud.es, Murga resaltó que habían realizado “un esfuerzo en inversiones” en cuanto a infraestructuras y mejoras tecnológicas. También ha defendido los avances en el impulso de la innovación y la investigación o el desarrollo de los programas de Atención Primaria, Oncología o para prevenir la obesidad infantil.
Sin embargo, uno de los asuntos que más quebraderos de cabeza le han generado ha sido la convocatoria de la OPE en Osakidezta, la cual provocó la dimisión de Jon Darpón por posibles filtraciones. Sobre ella, la consejera asegura que se retomará “cuando sea posible”. Además, son continuas las protestas de los profesionales que se quejan de recortes salariales, la implantación de la jornada semanal de 35 horas o el problema del euskera en los procesos de selección.
Al margen de ello, el País Vasco es la comunidad autónoma donde menos se espera de media en España para una intervención quirúrgica (48 días) y también para procesos seleccionados (45 días), según los últimos datos recopilados por el Ministerio de Sanidad a fecha de 31 de diciembre de 2019. Además, el presupuesto sanitario ha pasado de los 3.448 millones de euros en 2016 a los 3.941 en 2020. No obstante, la FADSP denuncia que entre el 2010 y el 2017 se ha reducido de un 15,59 % a un 14,12 % el presupuesto para Atención Primaria.