Tras el éxito de las movilizaciones anteriores, el colectivo veterinario de la Comunidad Valenciana vuelve a organizar una jornada de protesta el próximo miércoles, 26 de marzo. A partir de las 10 de la mañana, veterinarios y simpatizantes del movimiento se concentrarán en la explanada de la sede de la Delegación de Gobierno de Valencia, situada en la Plaza del Temple. De manera simultánea, los 435 centros veterinarios de la provincia cerrarán sus puertas entre las 10 y las 12 horas como medida de presión.
La protesta, promovida por la Asociación Empresarial Veterinaria de Valencia (AEVETVAL) y el Colegio de Veterinarios de Valencia (ICOVV), forma parte de una convocatoria nacional liderada por el Comité de Crisis Veterinario. Esta plataforma agrupa a asociaciones, sindicatos y colegios profesionales con el objetivo de visibilizar el descontento del sector frente a las restricciones impuestas por la actual regulación veterinaria.
Uno de los principales reclamos de los veterinarios es la modificación del Real Decreto 666/2023, el cual ha generado dificultades en el acceso a medicamentos y encarecido innecesariamente su coste. Además, denuncian la imposición de un IVA del 21% sobre los servicios veterinarios, una carga que consideran excesiva y perjudicial tanto para los profesionales como para los propietarios de animales.
"PRESVET limita el criterio clínico y científico de los veterinarios, dificultando su labor y comprometiendo la salud de los animales"
Otro de los aspectos más cuestionados de la normativa es el sistema obligatorio de comunicación de antibióticos PRESVET, el cual ha supuesto un aumento de la carga burocrática para los profesionales del sector. Según los manifestantes, este sistema limita el criterio clínico y científico de los veterinarios, dificultando su labor y comprometiendo la salud de los animales.
A pesar de las reiteradas protestas y solicitudes de diálogo, el ministro de Agricultura, Luis Planas, aún no ha recibido a los representantes del sector para abordar sus demandas. Lo mismo ha ocurrido con la ministra de Sanidad, Mónica García, a quien también se ha solicitado una reunión sin éxito. En contraste, los contactos con diferentes grupos parlamentarios han sido más fructíferos, ya que algunos han mostrado predisposición a introducir cambios en la normativa.
Ante la falta de respuesta por parte del Gobierno, el sector veterinario se mantiene firme en su lucha y ha anunciado una nueva movilización a nivel nacional. En total, se prevé la realización de concentraciones en las 52 provincias españolas, con cierres simultáneos de consultorios, clínicas y hospitales veterinarios en el mismo horario.
Los veterinarios exigen una reforma que contemple una moratoria en la aplicación de PRESVET, así como la flexibilización de la normativa que regula la venta de medicamentos veterinarios y una reducción del IVA sobre sus servicios. También proponen la adopción del sistema europeo ESUAVet como alternativa para la recogida y evaluación de datos sobre el uso de antibióticos, lo que permitiría aliviar las restricciones actuales y garantizar un mejor acceso a los tratamientos para los animales.