Tras el éxito del paro realizado el pasado 11 de febrero en la mayoría de centros veterinarios de la Comunidad Valenciana y en otras partes del país, la Asociación Empresarial Veterinaria de Valencia (AEVETVAL) ha convocado una nueva manifestación en Valencia para el viernes 21 de febrero. La protesta cuenta con el respaldo del Colegio de Veterinarios de Valencia (ICOVV), de Castellón (COVCS) y de Alicante (Icoval), además del apoyo de la Asociación de Veterinarios Especialistas en Pequeños Animales (AVEPA) y la Asociación de Veterinarios Especialistas en Équidos (AVEE). Estas organizaciones han facilitado autobuses para la movilización de sus colegiados, reforzando así el carácter multitudinario del evento.
La manifestación forma parte de un conjunto de movilizaciones nacionales organizadas por la patronal CEVE (Confederación Empresarial Veterinaria de España), el colectivo VetsUnidos y el sindicato veterinario FESVET, con el respaldo de la Organización Colegial Veterinaria (OCV). Entre las próximas acciones se incluyen una concentración el 28 de febrero frente a IFEMA (Madrid), coincidiendo con la clausura del Congreso Iberzoo Propet, y otra el 5 de marzo ante la sede del Ministerio de Agricultura. El objetivo de todas estas protestas es exigir la reforma del Real Decreto 666/2023, en particular la moratoria en la implementación del sistema PRESVET, que obliga a los veterinarios a notificar electrónicamente las prescripciones de antibióticos para animales.
"El sistema PRESVET que nos han impuesto es innecesario, rígido, ineficaz, da multitud de fallos y encarece el servicio"
La movilización en Valencia dará inicio a las 18:00 horas desde la sede de la Dirección General de Salud Pública, en la Avenida de Catalunya, y culminará en la Plaza del Ayuntamiento. La presidenta de AEVETVAL, Rut Zuriaga, y la del ICOVV, Inmaculada Ibor, han afirmado que el sistema PRESVET ha supuesto una carga burocrática excesiva para los centros veterinarios. “La imposición del sistema PRESVET -que implica una carga burocrática inasumible para todos los centros veterinarios- ha sido la gota que ha colmado el vaso de un malestar arrastrado desde hace mucho con la restrictiva regulación del medicamento veterinario y con el IVA al tipo máximo del 21%”. Y continúan: “Somos sanitarios y estamos comprometidos con causas de primer orden para la salud pública como la lucha contra las resistencias antimicrobianas, pero el sistema PRESVET que nos han impuesto es innecesario, rígido, ineficaz, da multitud de fallos y encarece el servicio por lo que reclamamos que se establezca una moratoria, que dé tiempo para revisarlo y considerar su viabilidad”
Los veterinarios consideran que la imposición del sistema PRESVET es el último de una serie de problemas que han venido denunciando desde hace años. Aseguran que la normativa actual restringe injustificadamente el acceso a los tratamientos para los animales, lo que compromete su bienestar y salud. Además, el IVA del 21% aplicado a los servicios veterinarios es considerado una carga fiscal desproporcionada en comparación con otros servicios sanitarios, lo que dificulta el acceso de los ciudadanos a la atención veterinaria.
Uno de los puntos clave de la protesta es la propuesta de utilizar un sistema alternativo al PRESVET para la recogida de datos sobre el uso de antimicrobianos en veterinaria. Según los manifestantes, el modelo europeo ESUAVet (anteriormente ESVAC) permitiría la recopilación de información a través de los distribuidores de medicamentos, evitando así la sobrecarga burocrática sobre los profesionales veterinarios. Además, recuerdan que la normativa comunitaria permite aplicar la moratoria solicitada, ya que solo exige la transmisión de estos datos a partir de 2029.
Otro de los reclamos del sector es la derogación del régimen sancionador vigente, que impone sanciones desproporcionadas a los veterinarios por errores en la notificación de prescripciones de antimicrobianos. Argumentan que este tipo de medidas generan inseguridad jurídica y dificultan el ejercicio de su profesión en condiciones adecuadas. Exigen que las decisiones sobre la salud animal sean tomadas bajo criterios veterinarios y no meramente administrativos.
Finalmente, los veterinarios reivindican la modificación del Real Decreto Legislativo 1/2015, que regula la venta de medicamentos veterinarios. Actualmente, la normativa prohíbe a los veterinarios vender directamente a los propietarios los tratamientos necesarios, algo que sí ocurre en otros países como Francia, Alemania, Reino Unido y Bélgica. Exigen que se les permita dispensar los medicamentos esenciales para garantizar una atención sanitaria eficiente y acorde con los estándares europeos. Con esta manifestación, el sector busca visibilizar su descontento y presionar a las autoridades para que atiendan sus demandas.