La labor de los veterinarios municipales es esencial en múltiples aspectos. Los ayuntamientos que cuentan con esta figura disponen de un profesional dedicado al control y protección de los animales de compañía, entre otras muchas labores. Un trabajo que siempre ha sido esencial y que, en la actualidad, con la entrada en vigor de la Ley de protección de los derechos y el bienestar de los animales ha tomado más protagonismo.
Como nos cuenta en declaraciones a AnimalCare la presidenta del Colegio de Veterinarios de Santa Cruz de Tenerife, María Luisa Fernández, la figura del veterinario municipal es fundamental para la aplicación de la nueva normativa de protección y bienestar animal. Aunque reconoce que no todos los ayuntamientos de la isla cuentan con esta figura, subraya que su presencia es imprescindible.
“En los sitios donde está desarrollada esta figura, no solo asesoran al ayuntamiento sobre protección animal, sino que también gestionan los centros municipales de protección animal, regulan las colonias felinas y supervisan la identificación de animales, entre otras muchas funciones”, señala la presidenta de la entidad tinerfeña.
Además de estas tareas relacionadas con el bienestar animal, los veterinarios municipales también tienen competencias en Ganadería, transporte de animales y Seguridad Alimentaria, según indica la veterinaria. De hecho, entre sus responsabilidades también se encuentra la inspección de establecimientos como restaurantes y hoteles para garantizar que cumplan las normativas sanitarias, “por eso pensamos que su figura es tan necesaria”.
"Creemos que ya hay voluntad en esta legislatura de sacar esa plaza, pero seguimos a la espera"
Sin embargo, Fernández advierte sobre la falta de recursos y la necesidad de reforzar esta figura. Actualmente, en Tenerife solo hay tres veterinarios municipales para toda la isla, y localidades como Santa Cruz de Tenerife, con una elevada población en la isla y gran cantidad de animales de compañía, carecen de esta figura. “Llevamos años diciéndoselo al ayuntamiento. Creemos que ya hay voluntad en esta legislatura de sacar esa plaza, pero seguimos a la espera”, afirma.
La presidenta también plantea posibles soluciones para los municipios más pequeños, que suelen alegar la falta de presupuesto para contratar a un veterinario municipal. Según Fernández, una fórmula viable sería mancomunar el servicio entre varios ayuntamientos para garantizar su presencia sin que ello implique un coste muy elevado que los ayuntamientos más pequeños no puedan cubrir.
“No es posible que cada vez haya más animales de compañía y eso no se refleje en el papel del veterinario dentro de las administraciones. La figura del veterinario municipal es obligatoria si queremos hacer una buena política de protección animal”, añade la presidenta del Colegio de Veterinarios de Tenerife.
LAS CUENTAS PENDIENTES DE LA LEY DE BIENESTAR ANIMAL
En cuanto a la aplicación de la nueva ley de bienestar animal, Fernández indica que aunque algunos aspectos ya están vigentes, como la obligatoriedad de identificar a todos los animales de compañía con microchip, aún quedan reglamentos por desarrollar. Entre los puntos pendientes destacan, por ejemplo, el seguro de los animales de compañía. “Todavía se desconocen las cuantías o si puede servir el seguro del hogar”, indica.
Pero sin duda, hay otros temas más complejos también relacionados con esta norma y que aún están a la espera de sus reglamentos complementarios, como es el caso de los listados positivos de especies permitidas como mascotas. “Posiblemente haya que esperar más a estos reglamentos”, concluye.